Wednesday, October 29, 2008

Old New Still Hits the Heart of Little Sicily

 
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Siguiente
Abandonad toda esperanza

MIÉRCOLES 28 DE FEBRERO DE 2007

Marzo: Novedad Sins Entido

La editorial Sins Entido anuncia una interesante novedad para el mes que arranca mañana:



Sócrates el semi-perro, vol. 1: Heracles
Joann Sfar & Christophe Blain
48 pp. (color) - 13 €

La sinopsis de la obra, según la editorial: "Heracles es el hijo de Zeus, es un semidiós. Sócrates, el hijo del perro de Zeus, es un semi-perro, mitad perro, mitad filósofo. Aunque a su amo le gustaría más que hiciera narraciones épicas sobre sus aventuras, luchas y amores, este perro nos entrega una visión crítica e irónica sobre la sociedad y la especie humana. Su mirada, epicúrea e ingenua, desnuda a los héroes, los hace más humanos: falibles y limitados, mezquinos. Una manera muy humorística de hacer filosofía a través de la historieta".



Igualmente, anuncian la reedición del premiado Una casa para el abuelo, de Isidro Ferrer y Grassa Toro.

El Inspector Méndez en carne y hueso

Crónica sentimental en rojo fue la novela con la que Francisco González Ledesma, uno de los nombres clave de la novela negra española, ganó el Premio Planeta en el ya lejano 1984. González Ledesma, curtido como escritor en la literatura de quiosco y conocido por el seudónimo artístico de Silver Kane, ganaba el premio literario mejor dotado del panorama editorial de nuestro país con una novela negra que, además, pertenecía a su serie protagonizada por el inspector Méndez, y que ha dado títulos tan célebres comoExpediente Barcelona o Las calles de nuestros padres.



La adaptación cinematográfica, de igual título, no se hizo esperar mucho: al año siguiente, CB Films estrenaba la versión dirigida por Francisco Rovira Beleta (Los Tarantos), con José Luis López Vázquez como Méndez.

El film resultante es una interesante producción de cine negro patrio cuyo interés es más histórico que artístico, y no solo por ser una adaptación de la novela mencionada, sino por formar parte de un género cinematográfico poco tratado en España.



La historia arranca con el hallazgo de una mujer muerta, a la que le han cortado un pecho, sobre la arena de la playa. El pecho es enviado a una jueza, que encargará la investigación al inspector Méndez, el cual encontrará un vínculo con una jugosa herencia y un misterioso pintor del que nadie sabe si está vivo o muerto...



El reparto de la cinta, encabezado también por Assumpta Serna y Lorenzo Santamaría, es ajustado, si bien en algunos casos los actores (sobre todo en el de Serna) parecen poco creíbles en lo referente a los diálogos. Pero el buen trabajo de López Vázquez (digámoslo ya, uno de nuestros mejores actores de siempre), una trama entretenida aunque poco novedosa, y la presencia del propio González Ledesma en un curioso cameo, justifican con creces su visionado.

[Fotografía: González Ledesma, flanqueado por el escritor Paco Ignacio Taibo II y el librero Paco Camarasa. (c) Zeki.]

Homunculus 5: Manga y Nueva Carne

Ponent Mon continúa con la edición de Homunculus, una de las obras más interesantes del panorama manga en España, y cuyo volumen anterior comentamos aquí. En este quinto volumen, el protagonista debe enfrentarse en solitario al misterio de los homúnculos tras la desaparición de su mentor. En sus páginas volverá a encontrarse con la misteriosa adolescente de arena...



En esta nueva entrega volvemos a ser testigos de cómo Hideo Yamamoto dilata el tiempo hasta límites insospechados, y muestra un encuentro entre el protagonista y la adolescente de arena donde lo duro (el hierro del homúnculo del primero) y lo blando (la arena de la segunda) se funden en un coito tan inquietante como fascinante.

Hay que advertir que Homunculus no será plato de todos los gustos, y probablemente defraude a aquellos que buscan una historia más convencional y rendida a los imperativos comerciales... Porque en esta obra el autor desarrolla todas sus obsesiones sin pararse a meditar en la recepción que de ellas pueda tener el lector. Y eso es precisamente lo que convierte a Homunculus en una obra a tener muy en cuenta.



El apartado gráfico del cómic no es aquí un mero recurso, y su ejecución se revela condicionada por la historia que Yamamoto nos cuenta: la composición de las viñetas es muy atrevida, con particular hincapié en la distribución simétrica de la doble página. Por si esto fuera poco, en ellas se da una notable profusión de primerísimos planos que agobian al lector de forma pertinente.

Pero a nadie escapará que el contenido es lo más interesante de esta obra, que al ser profundamente visual presenta influencias cinematográficas muy marcadas: del cyberpunk de Shinya Tsukamoto, director de Tetsuo y Bullet ballet, a Pi (Fe en el caos) de Darren Aronofsky, pasando por la referencia más importante: la de la Nueva Carne, expuesta por el canadiense David Cronenberg en su fundamental Videodrome, y que se basa en la promulgación de una nueva era donde la carne se fundirá con otros elementos y el resultante podrá ser alterado por la mente.



De esta forma, después de disfrutar del quinto volumen deHomunculus, su lectura nos hace pensar que el devenir de la serie va a seguir sorprendiéndonos con sus reflexiones acerca del otro lado de la realidad que se esconde tras lo que vemos, y que no es otra cosa que una mera cortina de humo.


Título: Homunculus n.º 5
Autor: Hideo Yamamoto (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: febrero de 2007
232 páginas (b/n) – 10 €


[Fotografías: Videodrome, Tetsuo: The Iron Man.]

MARTES 27 DE FEBRERO DE 2007

A propósito de Jim Thompson

Ya se ha puesto a la venta la nueva entrega de la Gangsterera, revista impresa que surge como prolongación de la web homónima, especializada en el género negro.



En esta ocasión el grueso de la revista es un dossier dedicado a Jim Thompson, uno de los escritores del género favoritos del que esto firma, y donde un servidor ha participado con un ensayo sobre la relación entre el novelista y el director de cine Stanley Kubrick, que dio como resultado dos clásicos del séptimo arte: Atraco perfecto ySenderos de gloria.



El índice completo de este número es el siguiente:

Dossier Jim Thompson 
- Mariano Sánchez Soler: El crimen existencialista de Jim Thompson
- Ricardo Bosque: Jim 'Edipo' Thompson. Un asunto de familia
- Juan Hernández Luna: Poemas para Jim
- Claude Mesplède: Jim Thompson o la cirrosis del alma
- Francisco J. Ortiz: El tormento y el éxtasis. Jim Thompson y Stanley Kubrick
- Thomas Gayrard-Maillis: Jim Thompson y la comedia negra (de América a Francia)
- Jokin Ibáñez: Bibliografia
- Francisco J. Ortiz: Filmografía
- José Ramón Gómez Cabezas: Fichas clínicas

Secciones
- Teoría: León Viera: Las novelas de Amir Valle y el pensamiento social cubano actual
- Relato: Mario Brito: Los perros huelen el miedo
- Casos reales: Juan-Carlos Arias: El caballo resucitado
- Parte de novedades: Jesús Lens Espinosa de los Monteros (coord.)

Así pues, un documento imprescindible para los seguidores del autor de 1.280 almas o El asesino dentro de mí. Que deberían ser muchos, dicho sea de paso...

LUNES 26 DE FEBRERO DE 2007

Martin Scorsese, por fin oscarizado

Muchas han sido las sorpresas de los galardonados con el Oscar la pasada madrugada: la principal, la del éxito de la difícil y brutalInfiltrados de Martin Scorsese (Mejor Película, Dirección, Guión Adaptado y Montaje) por encima de la favorita Babel de Alejandro González Iñárritu (que se tuvo que conformar con el de Mejor Partitura para Gustavo Santaolalla), a priori una cinta mucho más oscarizable por su discurso más o menos conciliador, frente al cinismo existencialista del film protagonizado por Leonardo DiCaprio, Matt Damon y Jack Nicholson.



También resultó algo sorprendente el triunfo de Pequeña Miss Sunshine (premios al Mejor Guión Original y Mejor Actor de Reparto para Alan Arkin) por encima de Dreamgirls (que sólo obtuvo los de Mejor Actriz de Reparto para Jennifer Hudson y Mejor Sonido), la cual se quedó incluso sin el Oscar a la Mejor Canción, a pesar de tener tres nominaciones, y que finalmente fue para Una verdad incómoda, el documental escrito por Al Gore.



Ahora bien, la mayor sorpresa de la noche fue que El laberinto del fauno, premiada con tres estatuillas (Fotografía, Dirección Artística y Maquillaje), no se llevara el de Mejor Película de Habla No Inglesa, que fue para la estupenda cinta alemana La vida de los otros.



Lo único que no resultó sorprendente fueron los ganadores de los premios a las mejores interpretaciones protagonistas: Forest Whitaker por El último rey de Escocia... y Helen Mirren por The Queen (La Reina), este último el premio cantado de la noche.



Para ver todos los premiados (y el resto de nominados) de esta 78 Ceremonia de los Premios Oscar, pinchen aquí:

Road to the Oscars '07

[Fotografía: Martin Scorsese (c) AFP.]

Macanudo 2: Otra obra maestra de Liniers

Todos los hallazgos que hicieron del primer volumen de Macanudouno de los pocos cómics verdaderamente imprescindibles del año pasado, y que comentamos aquí, siguen presentes en esta segunda entrega, publicada como aquella por Mondadori.




Liniers, en esta recopilación de tiras publicadas en el diario argentinoLa Nación en 2003 y 2004, demuestra un encanto arrebatador a la hora de contar las desventuras de la niña Enriqueta y sus mejores amigos, el gato Fellini y el osito de peluche Madariaga; en sus páginas volvemos a hallarnos con Z-25, el robot sensible, y con las historias de personajes anónimos en “Gente que anda por ahí”. Y claro está, Liniers sigue hablándonos de sus personajes favoritos: los duendes y los pingüinos.

Por si esto fuera poco, nos encontraremos con hallazgos considerables, como la vaca cinéfila, el coso amarillo y el coso azul, o las dos más gratas sorpresas del volumen: la aceituna Oliverio y el Misterioso Hombre de Negro.



Todos ellos son los elementos de los que se vale el dibujante argentino, que pese a su nacionalidad está más cerca del Peanuts de Charles Schultz o de Calvin & Hobbes de Bill Waterson que de sus compatriotas Quino o Maitena, para regalarnos una mirada de la vida cargada de ternura y romanticismo, tan jovial en algunos momentos como amarga en otros.

Aquí, Liniers reincide en algunos temas del primer Macanudo, como una preciosa reivindicación de la lectura y la ficción por parte de la niña Enriqueta, tan despierta como Mafalda, pero más preocupada por el futuro particular que por el global, más pragmática y menos política que la inmortal creación de Quino.



No faltan tampoco los encuentros románticos azarosos, cargados del encanto del amor a primera vista, pero también de la melancolía de lo que probablemente sólo será efímero.

Por si esto fuera poco, Liniers sigue participando de la estética surrealista, y también continúa jugando con las convenciones de la narración en viñetas, lo que enriquece todavía más si cabe esta obra maestra del noveno arte, que no debería faltar en las estanterías de cualquier coleccionista del medio que se precie de serlo. Luego no digan que no les avisamos...


Título: Macanudo n.º 2
Autor: Liniers (guión y dibujo)
Editorial: Mondadori
Fecha de edición: febrero de 2007
96 páginas (color) – 11,90 €

Cinefilia: la pasión por el cine

Películas sobre el amor por las películas hay muchas, y curiosamente algunas de las más significativas están firmadas por realizadores italianos, quizá como manifestación de la importancia del séptimo arte como fenómeno popular en el país que, según todos los tópicos, más se parece al nuestro.




Un par de cintas de Giuseppe Tornatore, Cinema Paradiso y El hombre de las estrellas, son citas ineludibles al hablar de este particular subgénero; sobre todo la primera de ellas, uno de los grandes éxitos indiscutibles de la historia del cine italiano. Al respecto, tampoco hay que olvidar Splendor, de Ettore Scola.

Pero la película que mejor ha captado la cinefilia en la gran pantalla, al menos en lo que va de siglo, es sin duda alguna Soñadores, obra maestra de Bernardo Bertolucci ambientada en la primavera de 1968, y que homenajea películas y directores señeros, con especial presencia de la Nouvelle Vague y sus dos cineastas más representativos: Jean-Luc Godard y François Truffaut.



Soñadores, como Jules et Jim de este último, está protagonizado por un peculiar ménage à trois, aquí formado por dos hermanos franceses y un amigo americano que se conocen en un acto en defensa de Henri Langlois y la Cinematèque Française. A partir de ahí surge una férrea amistad entre ellos, mediante la cual el realizador de El último tango en París confronta dos maneras de comportarse: la educación norteamericana del extranjero frente a la naturalidad de los nativos franceses.



La cinefilia es el primer sentimiento que une a los tres protagonistas, encarnados por Michael Pitt, Louis Garrel y una espectacular Eva Green en su debut en la pantalla grande: discusiones acerca de quién es mejor cineasta, si Charles Chaplin o Buster Keaton, pruebas para descubrir de qué película clásica están hablando (La Venus Rubia de Von Sternberg, La Reina Cristina de Suecia de Mamoulian), o citas de sus directores y críticos favoritos (“Nicholas Ray es el cine”, Godarddixit), jalonan esta magnífica cinta sobre un episodio de tanta relevancia en la historia reciente de Francia.



Uno de los homenajes más sentidos y emotivos de Soñadores tiene como objeto al trío protagonista de Bande à part, film del citado Godard, y su (exitoso) intento de batir el récord de recorrer el Museo del Louvre en 9 minutos y 45 segundos... Green, Garrel y Pitt evocan a Anna Karina, Sami Frey y Claude Brasseur en la cinta de 1964, una de las más célebres de la Nueva Ola francesa, admirada por cineastas de la talla de Quentin Tarantino, que llamó a su productora Band Apart en homenaje al film.



Bande à part parte de una novela pulp norteamericana, Fool’s goldde Dolores Hitchens, si bien, como es de costumbre tratándose de Godard, el autor de A bout de soufflé la lleva a su particular terreno, convirtiéndola en una (anti)comedia (anti)romántica protagonizada por un par de ladrones de poca monta y una chica a la que conocen en unas clases de lengua inglesa y a la que convencen de que colabore con ellos en un robo.

De esta forma, el film deja de lado las convenciones del género negro y se concentra en los sentimientos emocionales de sus protagonistas, apuntados por la voz en off del propio Godard, que experimenta con los elementos del lenguaje cinematográfico a su gusto.



De esta forma, en ambos films somos testigos de las filias de sus realizadores, que se proyectan en sus personajes: pero por más que Godard siempre fue un cinéfilo impenitente (como todos los cineastas que primero fueron críticos en las páginas de Cahiers du Cinéma, por otra parte), en Bande à part sus personajes tienen como principales amores la literatura y la música, siempre muy presentes en la filmografía del realizador galo. Estas filias también impregnan los fotogramas de Soñadores, pero a ellas se añade por encima de todo la cinefilia, el amor incondicional que siente Bertolucci por el séptimo arte... Godard incluido.

DOMINGO 25 DE FEBRERO DE 2007

Caricatura: Vidas grises

Daniel Clowes es uno de los autores más importantes del cómic independiente norteamericano, como demuestran obras de la talla deComo un guante de seda forjado en hierroGhost worldDavid Boringo la reciente Ice Haven, considerada por muchos como el mejor cómic extranjero publicado en España en 2006.



Los nueve relatos que incluye Caricatura, editado aquí (como el grueso de la obra de su autor) por La Cúpula, no hacen sino confirmar este hecho, y confirman a su autor -junto a Adrian Tomine- como uno de los entomólogos que estudian pormenorizadamente el comportamiento vital y social de sus semejantes, así como uno de los dos herederos de la ética y la estética del escritor Raymond Carver filtrado al medio del noveno arte.



Desde el protagonista de la historia que da título al volumen, el caricaturista Mal Rosen, a Rodger Young (protagonista de dos historias, "Traje azul italiano de mierda" y "Como un tallo de hierba, Joe"), pasando por la Mona Beadle de "Delineador de ojos verde" (la única historia no publicada antes en Eightball, la serie de historias cortas de Clowes, sino en la célebre Esquire), todos sus personajes son seres obsesivos que narran, en primera persona a modo de voz en off, retazos de sus grises vidas, marcadas por un hastío del que no consiguen escapar, porque la mayoría de las veces ni lo intentan.



En Caricatura nos encontramos con historias como "La mamá de oro" o sobre todo "Ginecología", cuya capacidad de fascinación marciana remite a Como un guante de seda forjado en hierro, obra que convirtió a Clowes en uno de los autores más bizarros del panoramaindie, acercándolo a las obsesiones de Charles Burns, y que puso el nombre de David Lynch en boca de muchos críticos especializados que buscaban los referentes de este autor de cómics nacido en 1962 en Chicago.

En este volumen también hay espacio para historias más costumbristas, como "Inmortal, invisible", que remite al mundo adolescente de Ghost world, adaptada al cine por Terry Zwigoff y quizá por ello su obra más célebre.



Pero lo que está claro es que, por más que prefiramos al Clowes de largo recorrido (cualquiera de sus obras mayores es magnífica, pero tenemos cierta predilección por la fascinante David Boring),Caricatura es -como Ice Haven, claro está- uno de los cómics independientes más interesantes de lo publicado el año pasado. La firma de Daniel Clowes es, a día de hoy, toda una garantía, y esto es algo que puede decirse de muy pocos autores.


Título: Caricatura
Autor: Daniel Clowes (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: noviembre de 2006 [2.ª edición]
108 páginas (b/n y color) - 14 €




[Fotografías: Daniel Clowes; Scarlett Johansson y Thora Birch en Ghost world (2001), de T. Zwigoff.]

SÁBADO 24 DE FEBRERO DE 2007

Inland Empire: El Imperio de Lynch

Vaya por delante, para curarnos en salud y evitar malentendidos, que un servidor es fanático del cine de David Lynch, pero que no por eso se rinde incondicionalmente a sus trabajos, y que lo es porque estos últimos le emocionan como ningún otro consigue hacerlo, y no al revés. Téngase en cuenta también que su última película, Inland Empire, es con diferencia la más críptica y experimental de todos sus largometrajes, y todo aquel que haya visto sus películas más complejas (Cabeza borradoraCarretera perdida y Mulholland Drive) hará buena cuenta de la importancia de esta aseveración.



Por ello estas notas, escritas al poco de terminar de ver por vez primera el film, son como poco provisionales, y a buen seguro serían bien distintas de ser redactadas unas semanas más tarde o después de haber visto el film de nuevo.

Los detractores del cine de Lynch ya venían diciendo, a partir deCarretera perdida, que de sus películas no se entendía nada o casi nada, siendo esto la mayoría de las veces fruto de la desidia intelectual y el deseo de recibirlo todo ya masticado y a poder ser deglutido. Ahora, con Inland Empire, les otorgamos algo más de crédito porque en efecto, como afirmaba el crítico Carlos Boyero (declarado detractor del cineasta de Missoula), los rollos de la película podrían proyectarse en otro orden y nadie se daría cuenta.



Y es que, efectivamente, Inland Empire dura tres horas (es el film más largo de su realizador hasta la fecha) como podría durar dos o seis. Pero, francamente, el espectador, siempre y cuando consiga rendirse al provocador estilo de Lynch, difícilmente podría apreciarlo, pues estamos ante una narración que suspende el tempo narrativo y que se pasa en un suspiro como ninguna otra, ante tal avalancha de sensaciones y emociones que su responsable consigue despertar en la platea.

¿Qué cuenta Inland Empire? En el cine de David Lynch, ahora más que nunca, encontrar una respuesta es harto complicado, pero intentémoslo: Nikki Grace (Laura Dern), la protagonista, es una actriz que consigue el papel de Susan Blue en una película que va a co protagonizar Devon Berk (Justin Theroux) como Billy Side, y que va a dirigir Kingsley Stewart (Jeremy Irons). Poco antes de empezar el rodaje, este último les confiesa que se trata de un remake de una película que no llegó a hacerse, basada en un cuento gitano polaco, porque sus protagonistas murieron en extrañas circunstancias.



A partir de esta premisa, Lynch muestra cómo la ficción es una epidemia que lo invade todo: de esa forma, el film pasa a ser una versión de dicha narración gitana, que parece versar, entre otras cosas, sobre un hombre que se debate entre el amor de su mujer y el de su amante, una prostituta, y que saldará con el derramamiento de sangre de su esposa (Julia Ormond, que también interpreta a señora Side en la ficción dirigida por Kingsley Stewart). Pero, a su vez, la historia de ficción se proyecta en la vida real de los actores, ante la posibilidad de que surja un romance entre Nikki y Devon, algo que preocupa al posesivo marido de la primera. De esta forma, Lynch muestra las consecuencias más negativas del (des)amor, y de cómo este afecta por igual a personajes de ficción y a personas reales... si es que podemos ver alguna en un film, aunque se trate de un documental.

Inland Empire se revela enseguida como una prolongación de las citadas Carretera perdida y Mulholland Drive: el concepto de la fuga psicogénica, común a ambas, desaparece de escena, si bien Lynch rescata de la primera el factor de la infidelidad y los celos como desencadenantes de dolor y tragedia, y de la segunda recoge su oscura visión del mundo del cine... pero obrando como Jean-Luc Godard en sus Histoire(s) du Cinéma, Lynch explica cómo es Hollywood mediante la materia del propio cine, eso sí, sustituyendo ensayo por ficción. Si el recientemente fallecido Robert Altman aplicó su estilo, coral y cínico, a este propósito con The Player (El juego de Hollywood), Lynch hace lo propio con este nuevo largometraje suyo.



Lynch parece querer decirnos que en el cine, en principio, todo es mentira (aquí hay actores que interpretan varios papeles, desde los protagonistas al grupo de chicas jóvenes que pasan de ser adolescentes a prostitutas); pero que sobre todo y al mismo tiempo, al estar encarnado por actores y filmado en celuloide, todo es verdad, y el espectador está obligado a aceptar todas las convenciones que el cineasta quiera plantearle: la apariencia lo es todo, y unas chicas de cierto aire ingenuo (posiblemente, aspirantes a actriz como lo era la Naomi Watts de Mulholland Drive) se convierten en putas yonkis en apenas un cambio de escena.

De la misma forma, subraya cómo las propias convenciones del cine afectan a la percepción que tenemos no ya del séptimo arte, sino de la vida en general: atención al discurso de la homeless asiática sobre su prima Niko, una prostituta que está realmente guapa cuando se coloca su peluca, que la hace parecer una estrella de cine, y que tiene un mono que grita como en una película de terror.



De paso, Lynch se permite subrayar también la relatividad de toda tragedia humana, pues aquello que para unos es trascendental, para otros puede resultar banal, ridículo o incluso absurdo: así, secuencias como la coreografía de The locomotion hecha por las chicas que desaparecen de improviso, dejando a una llorosa y entristecida Laura Dern sola en su proceso de esquizofrenia tan querido por los actores, o sobre todo la llamada telefónica de esta en la piel de su personaje Susan Blue, buscando a Billy Side, y que es contestada por un conejo antropomórfico que participa en una sitcom con sonrisas enlatadas (idea rescatada de Rabbits, cortos filmados por Lynch para su distribución en su web oficial), parecen querer señalar esta idea.

Finalmente, qué decir de la estética lynchiana: pese a su proclamado salto al cine digital (al parecer, Lynch ha manifestado que ya no volverá a rodar según los métodos convencionales), se mantienen las constantes de su cine: la importancia de la música y el sonido, las escenas fragmentadas, los diálogos repetidos, los elementos deatrezzo descontextualizados, los ralentís, las sobreimpresiones, los desenfoques, el paso de planos verdaderamente oscuros a otros saturados de luz... Todos ellos elementos que conducen al espectador, sumergido en un proceloso mar de sensaciones gobernadas por el horror más desatado y la tristeza más absoluta, al desenlace del film, donde después de mostrarnos -en una pirueta metarreferencial de las que tanto gustan a Lynch- al personaje de la chica polaca viendo Inland Empire a través de un televisor, Nikki Grace se encuentra con su personaje de ficción fundiéndose ambas en un abrazo catártico... en el que desaparece la primera.



Con este último detalle, Lynch parece subrayar que tan falsa es esta como su personaje, o al contrario, que tan real es la chica polaca como la actriz Nikki Grace, que al fin y al cabo es una recreación de Laura Dern (portentosa, algo que será indiscutible hasta para los enemigos más encarnizados del film) en un film de David Lynch titulado Inland Empire.

Así pues, Inland Empire es una película que, como Carretera perdidaMulholland Drive, podría considerarse cine fantástico de autor, con momentos de genuino terror, y que entronca con algunas películas muy concretas de corte similar: pienso en cintas como Inseparablesde David Cronenberg (la presencia aquí de Jeremy Irons subraya la evocación) o sobre todo Barton Fink de los hermanos Coen (otra película sobre los entresijos de Hollywood y la identidad), pero principalmente en genuinas y personales horror movies tan osadas como El ángel exterminador de Luis Buñuel, Persona y La hora del lobo de Ingmar Bergman, o Eyes wide shut de Stanley Kubrick. Estos tres, realizadores a los que Lynch siempre ha admirado y con los que, gracias a esta Inland Empire, pasa a jugar en la misma liga: la de los filósofos del celuloide, genios que están por encima de todas las etiquetas y todos los prejuicios.

VIERNES 23 DE FEBRERO DE 2007

El trailer del viernes: The Host

De todo lo que pudimos ver en el último Festival de Cine de Sitges,The Host fue sin duda de lo mejor, como atestiguamos aquí.

Ahora que se acerca el estreno español de esta película, con la que su realizador Bong Joon-ho recupera un sense of wonder como hacía años que no veíamos en la gran pantalla, es una ocasión inmejorable para echarle un vistazo al trailer:

The Host

De la ira a la decepción

Ejecutivo agresivo, dirigida por Peter Segal, es una comedia protagonizada por Jack Nicholson y Adam Sandler que cuenta además con un reparto espectacular: además de a secundarios tan ilustres como Marisa Tomei, John Turturro, Luis Guzmán o un travestido Woody Harrelson, el espectador puede ver cameos no acreditados de actores como Harry Dean Stanton, John C. Reilly o Heather Graham; incluso vemos a varios personajes públicos interpretándose a sí mismos, como el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani o el tenista John McEnroe, protagonista este de quizás el mejor gag de la película, cargado de ácida y divertidísima autocrítica.



Poco más de interés encontraremos en Ejecutivo agresivo, que pudo haber sido una fantástica comedia de haber explotado de forma más seria el tema del que parte: los presuntos trastornos y ataques de ira de su protagonista, como representante del norteamericano medio, así como el aprovechamiento del mismo por parte de la psiquiatría.



También habría resultado de más interés si hubiera tomado el camino totalmente opuesto, el de la comedia gruesa, como parece dar a entender que hará en algún momento del metraje: el prólogo que muestra la infancia del protagonista, víctima de la crueldad infantil, o los escarceos lésbicos entre las actrices porno que interpretan Krista Allen y January Jones, son un buen ejemplo.



Pero Ejecutivo agresivo toma el camino más fácil: el de los diálogos de escasa gracia y el de una resolución amable bastante edulcorada e increíble, además de no conseguir sorprender a nadie en su pretendido giro final.



De esta forma, el deficiente guión y la realización plana de su máximo responsable, que firmará pronto la nueva versión de El Superagente 86 para la gran pantalla, deja todo el trabajo a su pareja protagonista: un Adam Sandler comedido y un Jack Nicholson, sobra decirlo, más histriónico, que aquí parece querer emular a Robert De Niro, otro actor serio que se pasó en varias ocasiones al género de la comedia más asequible. Tan asequible y decepcionante como esta producción de 2003.

Forjadores de mitos modernos

Hoy dedicamos la columna de Abandonad toda esperanza a dos forjadores de mitos contemporáneos: el británico Neil Gaiman y el español Antonio Navarro.

Podéis leerlo aquí:

Mitologías modernas

JUEVES 22 DE FEBRERO DE 2007

The birthday: increíble pero cierto

La película de Eugenio Mira The birthday, producción española de Filmax rodada en inglés y con actores extranjeros en su gran mayoría, ha tenido un devenir comercial de lo más peregrino, estrenándose tarde y mal. Ahora que hemos tenido la oportunidad de verla, es algo que no nos extraña nada. Y es que estamos ante un despropósito de dimensiones épicas que podría haber sido interesante pero que no lo es.



La cinta está protagonizada por Corey Feldman, estrella adolescente de los años 80, aquí reciclada en un peculiar émulo de Jerry Lewis con influencias de Andy Kaufman llamado Norman Forrester, que va a vivir los 95 minutos más sorprendentes de su vida.

The birthday está filmada en tiempo real, y el espectador es testigo de cómo esos 95 minutos van avanzando sin saber muy bien qué le quieren contar y a dónde se dirige la trama, ambientada en el hotel Royal Fulton del que el padre de la novia del protagonista dueño, y que celebra allí su cumpleaños y el de su hermano.



A lo largo de esa hora y media, Norman Forrester llega a decir cosas como "esto no puede ser real" o "esto no puede estar pasando"... sentimiento que el público comparte, aunque por otros motivos. Y es que este film que empieza como una comedia screwball y termina como un film de terror de claras reminiscencias lovecraftianas, y que incluye homenajes metidos con calzador a El club de los cinco de John Hughes o al Woody Allen de Broadway Danny Rose, no tiene ni pies ni cabeza. Y por más que lo intentan, las más que competentes interpretaciones de sus actores (Feldman, la revelación de El segundo nombre Erica Prior, o el veterano Jack Taylor) no consiguen salvar el desaguisado del guión. Tan simple como eso.

MIÉRCOLES 21 DE FEBRERO DE 2007

Cama redonda con Milligan y compañía

Planeta sigue publicando Shade, el hombre cambiante de Peter Milligan, uno de los cómics más fascinantes que pueden encontrarse ahora mismo en el mercado español. No es fácil entender todo lo que ocurre en sus páginas, pero Milligan consigue la hazaña de fascinar al lector de forma que no puede dejar de leer las desventuras de Shade y sus compañeras Kathy y Lenny por más que no alcance a comprender del todo las muchas lecturas de esta obra.



En el décimo número de la edición española, Milligan se permite, primero, traer a colación el concepto de la Gran Novela Americana, eso que muchos escritores de Estados Unidos llevan queriendo escribir toda su vida. A continuación, en "Vida en el estanque", introduce el personaje de Miles Laimling, cuyo apellido es un anagrama del propio guionista inglés, y que funciona como alter egodel mismo, lo que le permite construir un fascinante ejercicio de narración metalingüística.

Por si esto fuera poco, en "En la cama con Shade" trae a nuestros días al fantasma de Jim Morrison, líder de The Doors, en el cuerpo de un fanático que ha ido a visitar su tumba.



Si son lectores de cómics que gusten de emociones fuertes y de narraciones más o menos crípticas, no dejen pasar esta colección, incomprensiblemente inédita en su mayor parte hasta ahora en España.

Juegos secretos: las decisiones de los adultos

El actor Todd Field, al que se suele recordar como el pianista amigo de Tom Cruise que lo introduce en el universo de la orgía enmascarada de Eyes wide shut, cinta póstuma de Stanley Kubrick, debutó en la dirección en 2001 con la magnífica En la habitación. Era aquel un drama ejemplar, de precisión milimétrica, rebosante de verosimilitud dramática y violencia contenida, y que contaba con interpretaciones magistrales de todo el reparto, destacando a un grandioso Tom Wilkinson y a un estupendo Nick Stahl, aunque Sissy Spacek y Marisa Tomei no les iban demasiado a la zaga.



Cinco años ha tardado Field en volver a ponerse tras las cámaras, lo que hace pensar que se toma muy en serio su faceta como realizador, sopesando sus proyectos y decidiéndose por aquello que más le interesa. Para su segundo film ha elegido adaptar una novela de Tom Perrotta (ambos co-guionistas del film): el resultado es Little children, que en España ha recibido el penoso título de Juegos secretos.

El film gira alrededor de varios personajes, si bien los de más protagonismo son los encarnados por Kate Winslet y Patrick Wilson. A ellos se suman los respectivos esposos de ambos, interpretados por Gregg Edelman y Jennifer Connelly, un ex policía amigo del segundo al que da vida Noah Emmerich, y un inquietante personaje interpretado por un Jackie Earle Haley que dará que hablar.



Más acertado que el título español nos parece el original, Niños pequeños, que hace referencia tanto a los hijos de los protagonistas (que posibilitan el acercamiento entre ellos y el nacimiento de un romance y una doble infidelidad), como al principal objeto de deseo de McGorvey, el personaje que interpreta Haley. Igualmente funciona como contraposición del mundo de los adultos, donde estos tienen que evaluar continuamente sus vidas y tomar una serie de decisiones de gran relevancia, algo a lo que los niños permanecen, todavía, ajenos.

Frente a la austeridad narrativa y emocional de En la habitación, Field ha optado aquí por introducir una voz en off que puntúa la acción, muy al estilo de la de la serie televisiva de HBO Mujeres desesperadas, así como la introducción del humor, muy poco presente en su debut. No obstante, ni Field ni el narrador juzgan a sus personajes, dejando esa labor en manos del espectador que así quiera obrar.



Y es que Field consigue introducir al público en la vida privada de sus protagonistas, haciéndole partícipe de sus peripecias y confrontando de forma activa su parecer con el de estos. Y una vez el film alcanza su conclusión, en la que Field y Perrotta no toman precisamente el camino más fácil y manido, y como ocurre con los propios protagonistas, no sabremos a ciencia cierta si las decisiones que han tomado son acertadas o erróneas. Solo podrán saberlo ellos... cuando sus vidas continúen tras los títulos de crédito, y a lo mejor ni eso.

MARTES 20 DE FEBRERO DE 2007

Presentación de El tiempo arrebatado

Precisamente ayer hablábamos, y muy bien, de El tiempo arrebatadode Antonio Navarro, obra editada por Edicions de Ponent.



Hoy podemos anunciar que este jueves 22 de febrero, a las 19.00 horas, en la librería Madrid Comics, tendrá lugar la presentación del álbum, a la que seguirá la firma de ejemplares por parte del autor.

Así pues, una oportunidad única para descubrir un gran tebeo de manos de su responsable. Ya sabéis, en Madrid Comics, tienda situada en C/ Silva, 17.

Nuevos fichajes para The Dark Knight

La nueva saga cinematográfica de Batman, a cargo de Christopher Nolan, está conformando uno de los repartos más compactos e incontestables de los últimos años. A Christian Bale, Michael Caine, Morgan Freeman y Gary Oldman, presentes en Batman begins y que ahora repetirán en The Dark Knight, se sumó primero Heath Ledger como el Joker.



Hace unos días se anunciaba que Aaron Eckhart, actor fetiche de Neil Labute, y al que hemos visto recientemente en Gracias por fumar o como compañero de Josh Harnett en La Dalia Negra, será Harvey Dent, alter ego de Dos Caras, en esta nueva entrega del enmascarado de Gotham.



Ya se sabía que Katie Holmes no iba a participar en esta nueva cinta, pero al parecer sí se mantiene el personaje de Rachel Dawes, que ahora encarnará Maggie Gyllenhaal. A la actriz, hermana de Jake Gyllenhaal en Donnie Darko y en la vida real, la hemos visto en los últimos meses en World Trade Center de Oliver Stone y Más extraño que la ficción de Marc Forster.



Seguiremos con atención el devenir de esta producción, sin duda una de las más esperadas para el 2008...

Point blank: El corazón de Grifter

Ya hemos señalado en alguna ocasión que guionistas aficionados alnoir, algunos de ellos incluso autores de novelas y cómics independientes considerados como del género, se han venido dedicando a introducir estilemas propios del thriller criminal en los cómics protagonizados por superhéroes, pertenecientes estos a los universos Marvel y DC principalmente.



Wildstorm no ha sido una excepción, y fue Ed Brubaker (que también ha trabajado para DC en Gotham Central y Catwoman y con Marvel en Capitán América y Daredevil) el encargado de esta misión. El resultado fue la estupenda Point blank, que recuperaba a Grifter, uno de los miembros de los WildC.A.T.S., y lo introducía en una trama cargada de tintes noir.

La obra está dedicada al actor Lee Marvin y al guionista Alan Moore, toda una declaración de principios por parte de sus autores: Marvin fue el protagonista de Point blank (A quemarropa), la negrísima película de John Boorman basada en The Hunter de Richard Stark (alias Donald Westlake), y de la que el cómic toma su título; y Moore, celebrado guionista que con Watchmen firmó la mayoría de edad del género superheroico, fue guionista de WildC.A.T.S. durante una época, así como el creador de Tao, uno de los personajes más poderosos del Universo Wildstorm y villano en la sombra de esta historia.



Claramente influenciada por El corazón del ángel, la novela de William Hjortsberg adaptada al cine por Alan Parker, Point blank es un descenso a los infiernos de su protagonista, Cole Cash, abocado a una búsqueda eterna del hombre que disparó a su socio John Lynch, líder de Operaciones internacionales, dejándolo en coma. En dicho periplo, y donde aparecen otros personajes del universo Wildstorm como Midnighter o Jack Hawksmoor (ambos miembros de The Authority), el nombre de Holden Carver surge habitualmente en boca de varios testigos, como aparecía el de Harry Lime en El tercer hombre de Graham Greene y Orson Welles.



Conforme avanza la historia, el lector se ve atrapado en una trama de agentes dobles y traiciones, a través de la cual Brubaker le conduce con un interés irremediablemente creciente por alcanzar el final y descubrir quién disparó contra Lynch, quién es Carver y por qué Cash se ha visto inmerso en tan turbio asunto.

Ahora bien, uno de los principales puntos de interés de Point blank, y como intuirán no es que le falten méritos propios, es que sirve de prólogo a Sleeper, la siguiente serie de Ed Brubaker para Wildstorm, ilustrada por Sean Phillips y que Norma Editorial ha empezado a publicar estos días. Si Point blank es un magnífico cómic que mezcla con soltura géneros como el superheroico y el negro, Sleeper es, simple y llanamente, una obra maestra de este peculiar subgénero mestizo.



Por todo ello, esta miniserie de cinco números, ilustrada por un estupendo Colin Wilson que recuerda más al cómic europeo de Juan Giménez o de Moebius que al norteamericano, y con portadas de Simon Bisley, es de indispensable adquisición. En su día fue publicada por Planeta de Agostini, y ahora Norma la recupera en un tomo único, formato ideal para sumergirse en su lectura, y que cuenta con un interesante epílogo del guionista y una serie de bocetos del dibujante.


Título: Point blank
Autores: Ed Brubaker (guión) / Colin Wilson (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: noviembre de 2006
128 páginas (color) - 12 €

LUNES 19 DE FEBRERO DE 2007

Marzo: Novedad De Ponent

Edicions de Ponent anuncia una interesantísima novedad para marzo, que se pondrá a la venta el día 10 del mismo mes:



- Guadalajara será la tumba del fascismo
Varios autores
68 pp. (color) - 21,50 €

La obra consta de carteles de autores italianos y españoles que nos dan su visión de la primera batalla en la Guerra Civil, donde participaron fuerzas italianas; y también sirve de homenaje a la cartelería propagandística de la guerra que nació a raíz de esta batalla de Guadalajara.

La obra cuenta con un texto del escritor italiano Leonardo Sciascia, autor de novelas tan celebradas como Todo modo o El contexto, así como con el trabajo gráfico de un gran número de cartelistas: Ana Juan, Bruno, Angelo, Armin Barducci, Arnal Ballester, Bartolomé Seguí, Blu Clio, Davide Reviati, David Vecchiato, El Cubri, Enrique Flores, Gallardo, Giacon, Gianluca Constantini, Giuseppe Palumbo, Guillem Cifré, Keko, Laura, Maurizio Ribichini, Micharmut, Milena Zanotelli, Paper Resistance, Raúl, Santiago Sequeiros, Silvestre, Sqaz y Victoria Martos.

Felipe H. Cava es el coordinador de los autores españoles, y Elettra Stamboulis hace lo propio con los italianos.



Es importante destacar que solo saldrán a la venta 450 ejemplares, pues el resto de la tirada ya ha sido adquirida por el Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara; esto convertirá sin duda el libro en una buscada pieza de coleccionista.

La exposición de los carteles incluidos en el libro se inagurará el día 28 de febrero en el Palacio del Duque del Infantado.

Posible mutilación de Grindhouse

Pese a que no profeso demasiada admiración por el cine de Robert Rodriguez, la simpatía que me despiertan algunas de sus constantes, y el interés que siempre supone cualquier trabajo de Quentin Tarantino, hacen que el último proyecto conjunto de ambos,Grindhouse, sea para un servidor uno de los estrenos más apetecibles del año.



Ayer domingo saltó en la blogosfera la noticia de que los dos segmentos que conforman este peculiar programa doble, Death proofde Tarantino y Planet Terror de Rodriguez, podrían estrenarse en algunos países por separado. Quizás esto no sea más que una campaña promocional del film, y todo sea al final una simpleboutade, pero mejor curarnos en salud y firmar la petición onlinepara que Aurum no cometa semejante tropelía contra la voluntad de sus creadores: la de homenajear los añejos programas doble de losdrive in norteamericanos, formados por películas de serie B o directamente Z.



El despropósito todavía es mayor si se tiene en cuenta queGrindhouse incluye fragmentos y trailers de películas inexistentes, concebidos directamente para la ocasión en una pirueta metarreferencial que perderá su gracia si el film se estrena en dos partes. Porque, ¿en cuál de ella se incluirán los trailers?

Si desean firmar tal petición, solo tienen que pinchar aquí:

No al estreno por separado de los segmentos de Grindhouse en España

El tiempo arrebatado: El arte que nos salva

El tiempo arrebatado de Antonio Navarro pertenece a esa categoría, poco habitual, de obras que de ningún modo pueden reducirse a una sinopsis o resumen de su argumento; primero, por su complejidad; y segundo, porque aquel no haría justicia al poder de evocación de sus páginas. De todas formas, en las líneas que siguen intentaremos una aproximación a la misma, editada por Edicions de Ponent.



La obra de Antonio Navarro, dividida en varios capítulos y apuntalada por la creación de una obra de arte en madera (entre otros materiales de derribo), arranca con la presentación de Zahar y Berita, una gitana rumana emigrante en España que sobrevive con la compraventa de chatarra y su hijo mudo, así como de Ana, una artista que enseñó a leer a la primera y con la que comparte una fuerte amistad.

Un incendio provocado desembocará en la desaparición del pequeño y en la cesión de una caja por parte de un anciano griego repleta de recuerdos, de entre los que surgirá la figura de Simone, hija de una modelo de Egon Schiele y artista de circo, con la que el misterioso viejo mantuvo una historia de amor a lo largo de varios años, desde el París bohemio de los años 20 al Mayo del 68, pasando por la Guerra Civil española.



El romance entre estos personajes, creaciones de Navarro para la serie de Simone publicada en Cairo y Cimoc años atrás, arranca desde la ficción, con el hallazgo en un mercadillo del boceto de retrato de Simone firmado por el famoso pintor austriaco discípulo de Klimt (que también aparece en El tiempo arrebatado), y luego se convierte en realidad tras el encuentro entre ambos en un tren. Simone es una mujer de carne y hueso que gracias a Schiele, Picasso o Cocteau se convierte en una recreación ficcional.

Y es que el tema principal de El tiempo arrebatado, portentosa obra de historias dentro de historias como si de muñecas rusas se tratase, es lo efímero de la vida biológica frente a lo eterno de algunas experiencias vitales, como el amor o la amistad, mantenidas con vida a través de la creación artística. Por ello, Konstantín crea a Simone, igual que Ana crea a Zahar a partir de la presencia de su hijo adoptado.



Por todo ello, el misterioso griego que conoce Zahar en el hospital ha ido construyendo un museo de objetos artísticos, que incluye joyas inacabadas o perdidas, como un álbum de Tintín donde Hergé colocó a su intrépido reportero en las cuevas del Malpertuis de Jean Ray, o un rollo del Don Quijote de Orson Welles, o el libro de Jorge Luis Borges que da título al cómic.



Finalmente, cuando todo se revela como una ensoñación de la artista, el lector no tiene la sensación que suele acompañar a este tipo de recursos: la de sentirse engañado. Porque en El tiempo arrebatado, como artefacto literario que es, todo es verdad (o mentira), y tan reales son Zahar y Konstantín Zorbas como Ana... o los artistas bohemios que salpican las páginas de las enciclopedias y que también comparecen en esta magnífica obra, repleta de matices y sugerencias, de Antonio Navarro.


Título: El tiempo arrebatado
Autor: Antonio Navarro (guión y dibujo)
Editorial: Edicions de Ponent
Fecha de edición: febrero de 2007
104 páginas (color) – 20,50 €


[Imágenes: Mujer sentada con la pierna izquierda levantada, de Egon Schiele; Muerte de un miliciano, de Robert Capa; Jorge Luis Borges.]

DOMINGO 18 DE FEBRERO DE 2007

La vida de los otros: los ojos y oídos del poder

Resulta fascinante que una película como La vida de los otros venga firmada por un debutante en la dirección; tal es su grado de profesionalidad y buen oficio, caracterizado por un clasicismo como ya no se suele ver en la gran pantalla.



La historia del dramaturgo que se replantea su fidelidad al régimen político de la República Democrática Alemana previa a la caída del Muro de Berlín y del agente de la Stasi encargado de espiarle plantea el tema de la rebeldía del individuo frente al poder, y de las dudas que surgen tanto en los integrantes de un bando como en los del otro.



Y lo hace de tal manera que es más fácil que sus fotogramas recuerden al cine de Fritz Lang que a las últimas producciones protagonizadas por James Bond. Florian Henckel von Donnersmarck dota a su debut de una austeridad casi religiosa, que no va en detrimento sino todo lo contrario de un ritmo implacable, que consigue que sus casi dos horas y media de metraje no resulten un trago difícil de soportar.



De tal forma, el realizador consigue un retrato fascinante del espía gubernamental, dejando en un plano cargado de ambigüedad todo lo relativo a su fidelidad al régimen y a qué enigmáticos resortes lo conducen a ayudar a aquellos que en realidad parecen ser sus enemigos. Todo ello dando forma a una ambigüedad inexplicable como la que convirtió en fascinante la recreación de Oskar Schlinder concebida por el cineasta Steven Spielberg y el guionista Steve Zaillian y materializada por el actor Liam Neeson en la oscarizada cinta del primero.



Así pues, La vida de los otros trata de la relación del individuo con el poder, y de la comunicación manipulada, en un único sentido, con personas que lo saben todo de otras, que a su vez no saben nada de las anteriores. Así, el espía lo conoce todo del dramaturgo; pero este, todavía muchos años después de la caída de la frontera de ladrillo que separó las dos Alemanias durante años, permanece ignorante del seguimiento al que fue sometido, como le explica cínicamente el ministro Bruno Hempf.



Si el talento de Henckel von Donnersmarck ha quedado sobradamente demostrado, mención aparte merecen también los actores, con especial mención para Ulrich Mühe como el agente de la Stasi y Ulrich Tukur como el Ministro de Cultura, si bien Sebastian Kotch, visto recientemente en El libro negro de Paul Verhoeven, también está espléndido como Georg Dreyman, el autor teatral espiado.



La vida de los otros, nominada al Oscar como Mejor Película de Habla no Inglesa, es sin duda una de las mejores cintas que pueden verse en nuestra cartelera; ahora bien, sepa el espectador potencial que no encontrará en ella encuadres fascinantes ni movimientos de cámara epatantes, ni un montaje atrevido ni replanteamiento alguno de cualquiera de los elementos que conforman la gramática cinematográfica. Lo que se encontrará es un film como ya se hacían hace, como poco, sesenta años. Pero de los buenos, de los que perduran, no de aquellos que han desaparecido en las brumas del pasado.

SÁBADO 17 DE FEBRERO DE 2007

El Club Eltingville: Retrato de unos frikis adolescentes

Evan Dorkin es, prácticamente, un ilustre desconocido en España. Mientras esperamos que se acabe editando su obra más celebrada,Milk and Cheese, podemos ir disfrutando de ¡El Club Eltingville de cómic, ciencia-ficción, fantasía, terror y juegos de rol!, quilométrico título para una despiadada parodia de la figura del friki, que aquí edita La Cúpula.



La voz friki, como muchos ya sabrán, procede del término inglésfreak, que en un principio se refería con crueldad a personas deformes que trabajaban como espectáculos de ferias ambulantes. Luego acabó designándose con él a toda aquella persona de comportamiento extraño y/o antisocial, por voluntad propia o dictamen de la sociedad que le rodea. Y finalmente se ha venido usando sobre todo para referirse a los fanáticos de cierto sector de la cultura popular, manifestado sobre todo en los cómics, el cine y la literatura fantásticos, el rol y los videojuegos.



Es a este arquetipo social al que Dorkin dedica ¡El Club Eltingville!Más cercano a la sátira de Peter Bagge que a la mirada cuasi antropológica de otros nombres clave del cómic indie norteamericano como Adrian Tomine o el Daniel Clones de Ghost world, el autor neoyorkino ataca sin piedad a los frikis, representados por los cuatro protagonistas de su obra: Bill, aficionado a los tebeos; Josh, fanático de la ciencia ficción; Pete, obsesionado con el cine de terror; y Jerry, el experto en juegos de rol.



Las distintas historias recogidas en este volumen muestra al Club Eltingville en busca de cromos o figuras codiciados por el fan irredento, o como espectadores de un maratón de 36 horas de episodios de la mítica The Twilight Zone de Rod Serling. También presenta la aparición estelar del Colectivo de Cómics Northwest, némesis del Club Eltingville por su adoración del arte másunderground, experimental y minoritario.



Pero Dorkin demuestra que igual de fanáticos que unos lo son otros, y en la última historia, que presenta el secuestro e intento de adoctrinamiento de Bill por parte de dos ex frikis pagados por su madre (sic), parece inclinarse por mostrar cierto cariño hacia sus creaciones, de quienes se ha reído sin miramiento alguno a lo largo de todas las páginas anteriores.



¡El Club Eltingville! está lejos de ser una obra maestra, pero es cómic que no solo se lee con agrado, sino que en él se reconocerán sin esfuerzo muchos de sus lectores. Un servidor no ha sido una excepción, y recomienda sin reservas su lectura a la caterva defrikis, lo sean más o menos, que visiten este blog y lean estas líneas.


Título: ¡El Club Eltingville de cómic, ciencia-ficción, fantasía, terror y juegos de rol!
Autor: Evan Dorkin (guión y dibujo)
Editorial: La Cúpula
Fecha de edición: febrero de 2007
66 páginas (b/n) - 7,50 €

VIERNES 16 DE FEBRERO DE 2007

El trailer del viernes: Factory Girl

George Hickenlooper, conocido documentalista y autor de un estupendo trabajo sobre Apocalypse Now de Coppola, firma Factory Girl, un interesante biopic de Edie Sedgwick, musa de The Factory de Andy Warhol.

Sienna Miller, ex novia de Jude Law vista en Layer Cake y pronto enStardust, es Edie Sedgwick; y Guy Pearce, protagonista de L. A. Confidential y Memento, interpreta al famoso artista pop.

Podéis ver el trailer de este film, que recrea la Norteamérica de los años 60, en la web oficial de la película:

Factory Girl

The Authority. Kev: Puro Ennis

En semanas anteriores hemos hablado de The Authority, la magnífica serie de Wildstorm; tanto de su primer arco argumental, que lleva la firma de sus creadores (Warren Ellis y Bryan Hitch) como delsegundo, escrito por Mark Millar e ilustrado por diversos dibujantes, destacando entre ellos Frank Quitely.



Ahora le toca el turno a The Authority: Kev, miniserie escrita por Garth Ennis, conocido sobre todo por su trabajo en la estupendaPredicador, pero también en The Punisher, y dibujada por Glenn Fabry, el portadista de la citada serie de Jesse Custer.



Vaya por delante que estamos ante un genuino cómic de autor, sin que ello signifique nada en cuanto a su calidad intrínseca; porque no cabe duda alguna de que The Authority: Kev es, ante todo, un cómicde Garth Ennis, donde el escritor carga las tintas en la violencia explícita y en los diálogos repletos de palabras malsonantes.

A Ennis le importa bien poco The Authority: enseguida se saca de la manga la actuación de un imperio alienígena para dejar fuera de circulación a gran parte del grupo, dejando solamente a Apollo y Midnighter como compañeros de Kev Hawkins, asesino a sueldo para el Imperio británico, y verdadero protagonista de la obra.



Ennis, incluso, no tiene ningún impedimento a la hora de dejar de lado a la famosa pareja de superhéroes gays, y opta por dedicar bastantes de las páginas de la miniserie al pasado militar de Hawkins, explicando primero el incidente con un cachorro de tigre en la selva, y posteriormente el episodio protagonizado por un mandatario, una prostituta y una naranja empleada como juguete sexual.

Así pues, The Authority: Kev es una pieza indispensable para los fanáticos de Ennis, entre los que un servidor no se cuenta: solo en la historia de amor, amistad y traición que se encuentra en el corazón de Predicador hallo el aplaudido talento del irlandés. El resto de su obra me parece demasiado autoparódica y esclava de sus propios tics. En cuanto a los fans fatales de The Authority, para ellos esta es también una compra obligada, aunque posiblemente les decepcione si esperan algo a la altura del material de Ellis y Millar, publicado en dos exquisitos tomos por Norma Editorial.



Ahora nos queda esperar que la versión de Ed Brubaker del famoso grupo liderado primero por Jenny Sparks y depués por Jack Hawksmoor, y que en breve editará Norma en nuestro país, se parezca más al Authority de Ellis que al de Ennis. Al menos es lo que un servidor desea, y confía (dado el talento, este sí verdadero y considerable, de Brubaker) en que así sea.


Título: The Authority: Kev
Autores: Garth Ennis (guión) / Glenn Fabry (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: septiembre de 2006
144 páginas (color) - 12 €

Sexo en Nueva York

No, no nos referimos a la serie televisiva de Sarah Jessica Parker, sino a Shortbus, la nueva y magnífica película de John Cameron Mitchell ambientada en el club homónimo neoyorkino.

A ella le dedicamos la columna de hoy de Abandonad toda esperanza. Podéis leer lo que pensamos (y lo que al parecer pensaron otros espectadores) aquí:

Hablemos de sexo



[Fotografía: John Cameron Mitchell y parte de su reparto en el festival de Cannes.]

JUEVES 15 DE FEBRERO DE 2007

Febrero: Novedad De Ponent

Paco Camarasa Pina, de Edicions de Ponent, nos anuncia la nueva publicación de su editorial para este mes:



- Montecristo 1941
Lluís Juste de Nin
244 pp. (b/n) - 23 €

La obra, una adaptación libérrima de El Conde de Montecristo de Alejandro Dumas ambientada en la Barcelona de posguerra y escrita en catalán, está incluida en la colección Papers Grisos.

Gary Spencer Millidge en Unicómic

El guionista y dibujante Gary Spencer Millidge, autor deStrangehaven, se une a Alan Davis y Phil Jimenez como autores confirmados para la novena edición de Unicómic, las Jornadas sobre Cómic de la Universidad de Alicante que se celebrarán entre el 29 y el 31 de marzo.



Strangehaven es, sin duda alguna, uno de los cómics más interesantes de entre lo publicado el año pasado, una personal apuesta de su autor (y de Planeta de Agostini en su edición española), al margen de la producción mainstream, y donde Millidge tiene absoluto control del resultado final.



La serie, ilustrada por el propio Millidge, cuenta la llegada de un profesor al perdido pueblo de Strangehaven, situado en la campiña inglesa, un lugar donde se verá inmerso en el entramado emocional de los distintos habitantes, que incluye infidelidades, asesinatos misteriosos y hasta una sociedad secreta de corte masónico.

Todo ello, narrado con una pericia sorprendente, moviéndose entre el costumbrismo y el género fantástico con una soltura pasmosa, y dando como resultado una serie que recuerda a series televisivas como Twin Peaks o Doctor en Alaska.



Gary Spencer Millidge, que también es el editor y coordinador de Alan Moore. Retrato de un caballero extraordinario, libro homenaje imprescindible para los fanáticos del guionista de Watchmen, estará en Alicante en apenas unas semanas: una ocasión inmejorable para descubrir una obra tan fascinante como Strangehaven... y que el propio autor nos cuente sus claves y nos firme sus ejemplares.

Ases calientes: fuegos de artificio

Aparentemente, un film como Ases calientes supone el triunfo de la forma sobre el fondo: sus responsables, comandados por el director Joe Carnahan, buscan ante todo ofrecer un producto basado en la velocidad, que parece querer aunar el retrato de personajes y diálogos inspirados en el cine de Quentin Tarantino con la estética videoclipera del Guy Ritchie de Lock & Stock y Snatch (Cerdos y diamantes).



Al cine de Ritchie responde la presentación de los distintos personajes de la trama, con carteles sobreimpresos especificando sus nombres y oficios, todo ello conducido por el personaje de Ben Affleck y sus amigos (Martin Henderson y el actor y director Peter Berg), un trío que funciona casi como meros narradores en off del arranque de la historia para luego desaparecer prematuramente (con un matiz que no desvelaremos aquí).



Una vez establecido el tablero, Carnahan se limita durante casi todo el metraje en mover sus piezas en él, de forma que el único interés es comprobar cómo acabará todo, y quién de los múltiples asesinos (un trío de paletos nazis, un torturador del este, un sicario experto en el arte del disfraz, y dos asesinas en serie, una de ellas encarnada por la cantante Alicia Keys) conseguirá matar a Buddy 'Ases' Israel, testigo protegido contra la mafia al que interpreta Jeremy Piven.



Es en la parte final cuando el tono paródico de la cinta se mitiga, en beneficio de una explosión de violencia y de la resolución del enigma que está detrás de toda la operación, algo inverosímil pero que funciona como elemento metafórico, como ocurriera con la igualmente increíble (y esta sí soberbia) Cara a cara de John Woo. Es entonces cuando Ases calientes se cierra con una escena memorable, antológica, un canto a la rebeldía del (anti)héroe como no se veía desde el 'Snake' Plissken de 2013: Rescate en L.A.



Cabe preguntarse si Ases calientes no sería mucho mejor película si eliminase elementos puntuales que no aportan nada a la trama (como el episodio del niño karateka) o suavizase los más paródicos (el trío de asesinos fanáticos de Hitler), y cargase más interés en los aspectos más sobrios de la historia. Porque no cabe duda de que resultan más fascinantes los sobrios agentes del FBI (el subdirector interpretado por Andy García, y los agentes de campo a los que dan vida Ray Liotta y Ryan Reynolds, ambos lo mejor del film) que la caterva de criminales a los que Carnahan da especial protagonismo.



Que Ases calientes es un entretenimiento resuelto con oficio, es algo que no dudamos; pero tampoco dudamos en añorar la sobriedad y el rigor demostrados en su anterior película, Narc. En esta ocasión, Carnahan ha querido volver a sus orígenes (la igualmente tarantiniana Balas, sangre y gasolina) en lugar de seguir el estilo impuesto en la cinta protagonizada por Jason Patric y Ray Liotta.



Ahora queda esperar para comprobar si Carnahan sigue ofreciendo una de cal y una de arena, porque su próximo proyecto (la adaptación de Jazz blanco de James Ellroy, producida y protagonizada por George Clooney) es uno de esos films que piden más nitroglicerina y menos fuegos de artificio.

MIÉRCOLES 14 DE FEBRERO DE 2007

Marzo: Novedades Ponent Mon

Ponent Mon anuncia dos novedades para el próximo marzo, que se pondrán a la venta el primer día del mes:



- Por qué he matado a Pierre
Alfred & Olivier Ka
112 pp. - 20 € 

Sin caer en la lágrima facilona y en el tópico archirrepetido, Olivier Ka cuenta una historial personal e íntima a la vez, la historia de una infancia expoliada por la manipulación impune de un cura. La elegancia de las ilustraciones de Alfred y la sincronía de los dos autores hacen de esta obra, galardonada con el Premio del Público en el Salón de Angoûleme 2007, un sublime ejercicio de introspección y un deleite para los amantes de la buena bande dessinée



- Tres destellos blancos
Bruno Le Flock
96 pp. - 19 €

1911. Un puerto pesquero a orillas del océano. Hace muy buen tiempo cuando llega el ingeniero encargado de dirigir la construcción de un faro en el mar. El joven inexperto, orgulloso de sus conocimientos y de su estatus, se muestra entusiasta. Está seguro de que su primera obra se edificará a buen ritmo. Pero tropieza con la indiferencia arisca de los nativos del lugar y con la furia de los elementos, cuyos ciclos y potencia devastadora desconoce por completo. Las obras se eternizan. Su determinación se desmorona al compás de los terribles meses de aburrimiento y de soledad mientras, en alta mar, los violentos ataques de las olas y del viento destruyen el esbozo.

El vestido más exitoso del mundo

Es El vestido una curiosísima película holandesa, rodada en 1996, que sigue las andanzas de varios personajes relacionados con la prenda que le da título.



La cinta arranca con el diseño y fabricación del mismo, y acaba con una mendiga que es incinerada con él; pero el vestido pervive en el arte (un cuadro que lo incluye y que está expuesto en un museo)... y en aquellos que lo conocieron y lo recuerdan.



El film toma la misma estructura que el clásico del westernWinchester 73 de Anthony Mann, si bien en la cinta protagonizada por James Stewart el objeto que iba pasando de manos, claro está, era el codiciado rifle, mientras que aquí es un vestido de diseño fresco y corte veraniego, inspirado al diseñador por una mujer india que divisa en una discusión callejera.



A partir de ahí, la prenda pasa por diversas manos: un modisto de extrañas preferencias sexuales (que incluyen la participación de un cerdo gigantesco), un jardinero solitario, una criada insatisfecha, un pintor amargado o un revisor de billetes de tren de salud mental dudosa son solo algunos de los individuos que conoce el espectador en este film, un trabajo que se mueve entre la comedia (surrealista) y el drama más amargo, un poco al estilo del cine de Aki Kaurismäki o algunos trabajos de Jim Jarmusch.



A simple vista, podría parecer que el director del film, Alex van Warmerdam (que se reserva un pequeño papel), pretende mostrarnos el vestido como un elemento fetichista que despierta el interés sexual de todo aquel hombre que lo ve, pero a poco que nos fijemos no es así: ya en la primera escena, el veterano empresario desea a su esposa, y esta le niega la posibilidad del encuentro sexual (cuando el vestido todavía no ha aparecido en escena); y minutos después será la anciana que ha comprado el vestido quien desee acostarse con su marido... ¡sin esperar a la noche!, para sorpresa e incomodidad de este.

Así pues, estamos ante un film más que curioso, que merece sin duda recuperarse.

Un baile en el matadero: una novela negra imprescindible

Cuando un aficionado fiel a un género literario empieza a desencantarse por haberle dedicado al mismo horas y horas, lo que ha supuesto encontrarse con algún que otro bodrio con una asiduidad mayor de lo deseado, suele surgir una obra que hace que aquel vuelva a acercarse a su idolatrado amor artístico con interés renovado. Eso le ocurrirá a cualquier seguidor de la novela negra si cae en sus manos Un baile en el matadero de Lawrence Block.



La edición original de la novela, de título A dance at the slaugtherhouse, se publicó en el ya lejano 1991, y recibió el prestigioso premio Edgar Allan Poe, dedicado exclusivamente a la narrativa del género. Pese a ello permanecía inédita aquí hasta finales del 2006, cuando La Factoría de Ideas decide publicarla engrosando el ya goloso catálogo de su colección Calle Negra... Una línea que en sus títulos extranjeros todavía carecía de un clásico de peso, como ocurre aquí con Francisco González Ledesma y sus dos novelas recuperadas, Las calles de nuestros padres y Expediente Barcelona.

Así pues, el lector tiene una nueva oportunidad de acercarse a la certera prosa de Lawrence Block, de diálogos afilados como una navaja, inteligentes sin resultar inverosímiles, y que aquí dan forma a una nueva historia de uno de sus personajes emblemáticos, Matt Scudder, ex policía y detective sin licencia que arrastra el peso de su alcoholismo y de las imágenes de casos pasados.



El caso al que aquí se enfrenta Scudder es descubrir, por encargo del hermano de la víctima, si Richard Thurman, hombre de negocios de buena posición, es el culpable que está detrás del asalto a su hogar; un delito que se saldó con la violación y asesinato de su esposa embarazada.

Pero Block es perro viejo, y arranca su novela con un recurso más que inteligente: en lugar de ubicar el inicio en el habitual despacho del detective, con el cliente entrando por la puerta para ofrecerle el trabajo de su vida, sitúa al lector inmerso ya en plena investigación, colocando a Scudder y a su amigo Mick Ballou en un combate de boxeo celebrado en una de las zonas más deprimidas de Nueva York.



De eso precisamente habla Un baile en el matadero: de las zonas deprimidas, y no solo de las de las ciudades. También de los aspectos más ocultos y deprimentes del ser humano. Porque en su investigación, y de modo casual, Scudder se verá implicado en un asunto relacionado con una snuff movie, donde una pareja vestida con indumentaria sado asesina a un adolescente.



De ahí a mostrar el oscuro negocio de la prostitución juvenil y los chavales sin hogar, para Block va un paso. Como en Santuario de sombras, la estupenda novela de Amir Valle que comentábamos hace unos días, Block demuestra que el dinero no tiene dueño, pero las personas sí. O al menos eso piensan algunos, que trafican con seres humanos como quien compra o vende whisky. Ese whisky que, con entereza, Scudder se resiste a volver a probar, consiguiendo mantenerse alejado de la botella durante las más de trescientas apasionantes páginas de esta novela imprescindible.



Un baile en el matadero
Lawrence Block
Madrid, La Factoría de Ideas, 2006
320 pp. – 18,95 €

MARTES 13 DE FEBRERO DE 2007

La comedia romántica según Park-wook

Old boy, la adaptación que filmara el coreano Chan Park-wook a partir del manga homónimo, es sin duda una de las grandes obras maestras del séptimo arte en lo que va del siglo XXI: hacía años que una historia de búsqueda de venganza y autoconocimiento no nos emocionaba tanto.



Por ello esperamos con ansias el estreno de I'm a cyborg, but that's OK, el nuevo trabajo del realizador, que se proyecta en la sección oficial de la Berlinale, festival que se está celebrando estos días en la capital alemana.



A ver si hay suerte y no tarda mucho en llegar a estas latitudes...

Las verdades y las mentiras de Eneko

Sins Entido informa de que a partir de mañana miércoles, en Fnac Plaza Norte (Madrid), podrá verse la exposición de Eneko Mentiras, medias verdades, cuartos de verdad, que recoge diez años del trabajo del dibujante venezolano.



Nacido en 1963, Eneko dibuja en prensa desde 1979. En Venezuela ha publicado sus dibujos en los diarios El NacionalEl Diario de Caracas,Economía Hoy y en la revista Nueva Sociedad, entre otros. En España ha publicado en El PaísEl Diario VascoCinco Días y otras publicaciones. Actualmente hace humor gráfico en varios medios, entre ellos en el diario gratuito 20 Minutos.



Esta última exposición de Eneko, que consta de treinta y cinco ilustraciones originales, trata aspectos de la actualidad vistos a través del filtro del humor o la crítica más desatada. Una obra situada entre la comedia de Forges y la ironía de El Roto, de la cual la prensa ha afirmado: "Eneko ama la verdad más que a sí mismo, así que bien podría decirse que es un científico: un científico de la conciencia, que trabaja la verdad con la mano en el corazón y la intención en el cerebro. La verdad y la mentira se confunden del corazón al cerebro en tres pasos: Mentiras, medias verdades, cuartos de verdad. Desde la dulce narración de los primeros dibujos, al seco golpe visual de los últimos (carteles), perderle el rastro a la verdad es tan fácil como seguirle la pista a la mentira".

La exposición podrá verse desde mañana (a cuya inauguración a las 19.00 horas acudirá el propio artista), hasta el 31 de marzo en Fnac Plaza Norte.

Viaje al corazón de las tinieblas

En un país como este, al que se le suele acusar de que sus ciudadanos no hacen caso al resto, ¿sirve de algo todavía la crítica cinematográfica? Creemos que sí, aunque sea solo para una pequeña minoría, esa que el escritor Mariano Sánchez Soler afirma, seguro que con razón, ser la única que lee una revista como Dirigido Por (o que lee cualquier cosa que no sea el Marca o la prensa del corazón).



En la última entrega de "En busca del cine perdido", sección en la que se recuperan películas semiolvidadas y con la que se cierra cada número, el crítico Antonio José Navarro recomendaba vivamenteÚltimo tren a Katanga, producción de 1968 filmada por el habitualmente director de fotografía Jack Cardiff. Gracias a su breve ensayo hicimos por ver el film, y la recompensa a nuestro esfuerzo ha sido enorme.



El título original del film, The mercenaries, hace referencia a los personajes encarnados por Rod Taylor y Jim Brown, hombres de acción al mejor postor encargados aquí de rescatar un cargamento de diamantes en Katanga, territorio situado en el sur del Congo. A lo largo de su periplo aflorarán los sentimientos de todos sus hombres, moviéndose entre lo sublime (la camaradería, el honor) y lo abyecto (el racismo, la violencia).



Con esta cinta, Cardiff logró uno de sus mejores trabajos, que remite a la mejor novela y el cine de aventuras, un auténtico viaje a las tinieblas que no habría desechado el mismísimo Joseph Conrad, y cuyos fotogramas remiten a tantas y tantas joyas del género: de Sólo los ángeles tienen alas de Howard Hawks a El puente sobre el río Kwai de David Lean, pasando, claro está, por la soberbia El tren de John Frankenheimer; todo ello sin olvidar la influencia de los primeros spaghetti westerns de éxito, con las encarnizados enfrentamientos entre el héroe y su némesis, o esa partitura original de Jacques Loussier que recuerda tanto a las composiciones de Ennio Morricone dentro del género.



Si las películas construidas a partir de un viaje en coche constituyen el género de las road movies, con la citada cinta de Frankenheimer y otras muchas (El emperador del NorteNevada ExpressEl tren del infierno, etc.), Último tren a Katanga podría constituir casi un subgénero: el de las rail movies, aquí de manifiesto en una narración cargada de fisicidad, repleta de personajes memorables (el doctor alcohólico que no pierde la oportunidad de redimirse, el militar simpatizante de la causa nazi), y que muestra el lado más oscuro y primitivo del ser humano... sea cual sea el color de su piel.

LUNES 12 DE FEBRERO DE 2007

Marzo: Novedades Aleta

Aleta anuncia ya sus novedades para el próximo mes, que incluyen, entre otras, las nuevas entregas de las distintas series de Bonelli, más Savage Dragon de Erik Larsen, y el primer volumen de Una tierra lejana de Colleen Doran.



Más información sobre estas novedades, que se distribuirán a partir del 23 de febrero, en el PDF de la editorial:

Aleta: Novedades Marzo 2007

La semilla del diablo tecnológico

Engendro mecánico, de Donald Cammell, no pudo llamarse aquí La semilla del diablo (traducción del Demon seed original) porque ese título ya estaba inapropiadamente adjudicado a la magníficaRosemary’s baby de Roman Polanski. Pero el horrible título español que le dieron al film protagonizado por Julie Christie y Fritz Weaver no evitó que con el paso de los años se haya convertido en un film de culto.



Vista ahora, la película ha envejecido en su reflejo de la tecnología más avanzada del momento, pero su drama humano sigue funcionando, y el film comienza a interesar más cuando abandona las instalaciones de los laboratorios donde trabaja el científico que interpreta Weaver y se centra en su hogar inteligente, donde vive con su mujer Susan, a la que da vida la estrella de Dr. Zhivago.



Unos años antes de que Blade Runner o Terminator popularizaran en los 80 la figura del robot malvado, Cammell realizó este film en 1977, a partir de una novela de Dean Koontz, uno de los nombres más populares de la literatura popular de terror norteamericana, aunque sin alcanzar las cotas de popularidad de Stephen King.

Al final de la cinta, esta casi abandona su aura de verosimilitud y se convierte en un film fantastique con todas las de la ley, mostrando el advenimiento de un nuevo mesías (o un nuevo anticristo) que supondrá, como el final del 2001 de Kubrick (película que sin duda influyó mucho en esta), el inicio de una nueva era.



Donald Cammell, realizador de este film y de Performance (esta co-dirigida con Nicolas Roeg), se suicidó, pegándose un tiro, el 24 de abril de 1996.

Las Tortugas Ninja: por encima de ideas preconcebidas

En su afán por recuperar cómics que, por una razón u otra, se han convertido en clásicos contemporáneos del noveno arte, Norma Editorial ha publicado el primer volumen recopilatorio de Las Tortugas Ninja de Kevin Eastman y Peter Laird, siguiendo el mismo formato editorial que viene empleando para editar Concrete de Paul Chadwick o Strangers in Paradise de Terry Moore.



Que la obra de Eastman y Laird se convirtió, a mediados de los 80 y de la noche a la mañana, en un fenómeno editorial, es algo que los fans con algo de veteranía a sus espaldas recordarán. Igualmente recordarán también que las aventuras de Leonardo, Raphael, Donatello y Michelangelo se banalizaron a partir de su popularización, que ha llevado a que muchos conozcan tan solo las versiones infantiloides que de ellas se hicieron para distintos medios, como la televisión (la serie de animación de los 80 producida por Andy Luckey y Kara Vallow), el cine (las películas estrenadas en los 90) e incluso el cómic (los tebeos infantiles basados en la serie televisiva).

Ahora, esta edición pone la obra de Eastman y Laird donde merece. Pero que tampoco nos llame a engaño: esto no es Shakespeare (o, para el caso, Alan Moore). Las Tortugas Ninja de Eastman y Laird es una obra que no aspira a ser más que un digno entretenimiento, que amalgama diversos géneros (el superheroico, el fantástico... y hasta cierta estética de animales antropomórficos muy propia del cómicunderground (¿recuerdan a Fritz el Gato de Robert Crumb, o a Omaha de Reed Waller?), para ofrecer un batiburrillo que funciona a la perfección.



En este primer volumen, que incluye los seis primeros números de la colección original, así como el primer one shot dedicado a uno de sus protagonistas (Raphael, la tortuga de los sais), se presenta a los cuatro personajes centrales, tortugas de comportamiento humano que viven en las alcantarillas de Nueva York y que son expertas en la disciplina de las artes marciales. Igualmente, el lector conoce a los principales personajes secundarios: Splinter, el maestro de las Tortugas; Schredder, el archivillano de la trama; April O’Neill, la chica de la historia; y Casey Jones, vigilante callejero que se convertirá en aliado de los protagonistas.



Ahora, cuando se aproxima el estreno de la nueva versión cinematográfica, que llegará a España en verano, y que esta vez es de animación, supone un buen momento para que el lector español sea acerque a la obra original, y se dé cuenta de que la versión que conoce de las Tortugas Ninja no es la verdadera: aquí se encontrará con un lenguaje soez, unas batallas cruentas (dentro de los límites habituales) y el reflejo de un Nueva York comido por la suciedad y la degeneración, más cercano a Taxi driver que a Disney, y no con los dibujos animados suavizados que todos vimos por televisión hace años.


Título: TNMT (Las Tortugas Ninja) n.º 1
Autores: Kevin Eastman & Peter Laird (guión y dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: enero de 2007
260 páginas (b/n + 16 color) - 15 €

DOMINGO 11 DE FEBRERO DE 2007

Shortbus: A propósito del sexo

Shortbus es una suerte de vidas cruzadas alrededor de un clubunderground de Nueva York, cuyo nombre da título al film: por sus dependencias pululan Sofía, una sexóloga que nunca ha tenido un orgasmo; dos de sus clientes, los gays James y Jaime, que planean introducir un tercero en su relación; Severin, prostituta especializada en sadomasoquismo; o Ceth, modelo desencantado de su profesión...



Si Woody Allen tuviese cuarenta años menos y fuese homosexual,Shortbus podría llevar su firma: los diálogos son igual de inteligentes que los del genio de Manhattan (aunque quizá sean menos deslumbrantes), y el guión y la dirección del film hacen que este oscile entre la comedia desenfadada y el drama más íntimo con una soltura similar a la vista en títulos ya míticos de Allen, como Annie HallManhattanHannah y sus hermanas o Delitos y faltas (quizá sus cuatro mejores películas).



Por si esto fuera poco, Shortbus muestra también el universo particular de la intelectualidad neoyorkina, si bien cambiando a los lectores de Philip Roth o Saul Bellow por los más especializados de Jean Genet o los más contemporáneos, los seguidores de The Next Generation que ojean las páginas de Todo está iluminado de Jonathan Safran Foer (que se llega a entrever en una escena), y que prefieren las canciones de Yo La Tengo al jazz de los años 30.



El responsable de este derroche de talento es John Cameron Mitchell, que ya nos convenció con su debut tras las cámaras,Hedwig and the Angry Inch, un musical travestido que a pesar de su condición está más cerca del cine de Jacques Demy que del desenfadofreak de The Rocky Horror Picture Show.

Ahora, con Shortbus, se confirma como un autor a seguir, que escribe, produce y dirige su película, como hicieron o hacen otros adalides del más reciente cine independiente norteamericano, como Robert Rodriguez, Kevin Smith o los hermanos Coen.



Pero si hay un tema alrededor del que gira la acción de Shortbus, ese es el sexo: por ello, y aunque aparentemente este segundo trabajo de Mitchell sea más convencional que el anterior (y así lo es, al menos en cuanto a género y estructura), hay que reconocer el gran atrevimiento de su máximo responsable, al incluir escenas de sexo real (en su mayor parte homosexual) en el film, y que abren de nuevo el debate acerca de los límites del cine pornográfico, como ocurrió tras el estreno de Intimidad de Patrice Chéreau o 9 songs de Michael Winterbottom.



¿Es Shortbus un film porno? Creemos que no, pues ni está inmerso en su industria, ni su destinatario es el mismo público, ni su principal finalidad es la de proporcionar placer a su público. Ahora bien, ¿incluye Shortbus escenas pornográficas? Si la única condición es que el sexo que se muestre no sea fingido, sino real, y se reconozca fácilmente como tal, la respuesta solo puede ser positiva.

Pero más allá de este atrevimiento, lo que hace de Shortbus una película espléndida es la citada (aparente) facilidad con la que se mueve entre la comedia y el drama, así como la verosimilitud de los retratos humanos a partir de los que se construye, ofreciendo a sus actores la posibilidad de lucirse en ocasiones en una única escena o diálogo. Solo por eso ya vale la pena verla. Pero si además son de los que no se andan con remilgos y no les amarga un dulce...



[Fotografía: John Cameron Mitchell como Hedwig.]

SÁBADO 10 DE FEBRERO DE 2007

Silent Dragon: la sombra de Ronin es alargada

Es el año 2063. La acción transcurre en Tokio. El país está controlado por un régimen, basado en la tecnología, que debe enfrentarse al Dragón Negro, la coalición entre los tres clanes yakuza de la nación. Renjiro, consejero de uno de los líderes yakuza, traiciona a su señor por el amor de su esposa, y es ejecutado... Pero esto no será más que el principio de su venganza.



Este es, a grandes rasgos, el argumento de la miniserie de seis números de Wildstorm Silent Dragon, que Norma Editorial recopila en un único volumen de su colección El Día Después.

Silent Dragon entronca con la estética del retrofuturismo: como decíamos, la acción está ambientada en el año 2063, pero junto a elementos arquetípicos de la ficción futurista, como es el caso de la armamentística hightech, nos encontramos con elementos rescatados del pasado; aquí, el universo de los samuráis y los yakuzas.



Como adivinarán los lectores más avispados, la influencia del Roninde Frank Miller está bien patente en las páginas de Silent Dragon, pero el guionista Andy Diggle, que ha demostrado sobrado talento en las páginas de Los Perdedores, aquí no parece terminar de cogerle el tono a la historia, que no funciona tan bien como debería.

Otro asunto son los lápices de Leinil Yu, que ya nos encandiló con su trabajo en Superman: Legado. En esta ocasión, Yu vuelve a demostrar su talento, apoyado por el entintado de Ferry Alanguilan y Richard Friend, y el color de Dave Stewart. El apartado gráfico de la obra es sin lugar a dudas su mayor baza.



Así pues, la lectura de Silent Dragon satisfará a todos aquellos que se sientan fascinados con facilidad por todo lo relacionado con elcyberpunk retro (que los hay), pero defraudará a quien busque algo más, como una historia bien construida o unos personajes con entidad que perduren en la memoria del lector.


Título: Silent Dragon
Autores: Andy Diggle (guión) / Leinil Yu (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: febrero de 2007
144 páginas (color) - 13 €

VIERNES 9 DE FEBRERO DE 2007

El trailer del viernes: La vida de los otros

En apenas unos días se estrenará en España Das leben der anderen, aquí La vida de los otros, producción alemana que parte como favorita para ganar el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa.

Y es que esta cinta, sobre la policía secreta alemana en los años previos a la caída del muro de Berlín, y que supone el debut tras las cámaras de Florian Henckel von Donnersmarck, ha cosechado premios (incluyendo los de Mejor Película y Mejor Actor de la academia europea) y excelentes críticas allí donde se ha estrenado.

Podéis ver el trailer de la misma, con subtítulos en inglés, en la web norteamericana de la misma:

The life of others

Truman Capote en Kansas: el making of de A sangre fría

Cuando Truman Capote dio el pistoletazo de salida al género de novela de no ficción o novela reportaje con A sangre fría, dio inicio también a una gran producción, casi una cosmogonía, alrededor del asesinato que se produjo en Holcomb, Kansas, en 1959.



La novela, que vio la luz en 1966, originó primero una estupenda adaptación cinematográfica, de la mano de Richard Brooks. Pero además se han estrenado recientemente dos películas, Capote eInfamous, sobre el autor de Desayuno en Tiffany’s, dando ambas gran presencia a la investigación que Capote realizó para escribir su célebre libro, incluyendo las entrevistas con los dos asesinos de la familia Clutter: Dick Hickox y Perry Smith.



A esta ficción alrededor de la realidad se suma ahora Truman Capote en Kansas, novela gráfica escrita por Ande Parks e ilustrada por Chris Samnee.

Parks, que en el epílogo se confiesa rendido admirador de Capote y su novela, centra su atención en el propio escritor más que en los hechos descritos en la novela (que, obviamente, también están presentes: el cómic arranca con los asesinatos, mostrados eso sí en una elegante elipsis).



Por ello, por las páginas de Truman Capote en Kansas desfila parte de la intelectualidad neoyorkina del momento, con ese fantástico Norman Mailer y su discusión con Capote sobre la creación literaria; o, sobre todo, Harper Lee, amiga íntima de Capote y futura autora de Matar a un ruiseñor, y que en las mencionadas películas ha cobrado los rasgos de Catherine Keener y una sorprendentemente dramática Sandra Bullock.

La autoridad moral adoptada por un escritor a la hora de relatar unos hechos tan atroces como los narrados en A sangre fría es el tema principal de Truman Capote en Kansas. A ello ayuda el estupendo trabajo de Chris Samnee a los lápices: nótese el uso que hace de las sombras, como la del propio Capote, y de cómo los personajes se mueven entre ellas.



Así pues, estamos ante una obra que, por más que Norma Editorial la publique en su línea de Cómic Noir, es más que un cómic propiamente negro o policial, una ficción sobre la creación literaria y sobre las obsesiones de un creador que sobre los hechos que se narran en A sangre fría, porque como afirma el propio Parks, hubiese sido estúpido querer contar lo mismo cuando no se podía hacer mejor.


Título: Truman Capote en Kansas
Autor: Ande Parks (guión) / Chris Samnee (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: febrero de 2007
144 páginas (b/n) - 10 €

Alicante y el género negro

Ayer asistimos a una conferencia sobre periodismo de investigación y novela negra impartida por Mariano Sánchez Soler, una de las personas de las que más puede aprenderse en este país en lo que respecta a la teoría de este género literario.



El escritor alicantino, autor de diversas novelas negras (cuyo grueso se reúne en el fundamental Grupo antiatracos editado por La Factoría de Ideas), así como de numerosos ensayos sobre política e historia recientes de España, estableció algunos de los elementos necesarios para que una novela sea considerada como negra o policiaca, y estableció el nacimiento de esta corriente en el siglo XIX, con la publicación de El doble crimen de la calle Morgue, de Edgar Allan Poe.

Esta novela, la primera que establecía un juego de lógica con el lector, y donde el autor de Annabel Lee presentaba al personaje de Dupin, tuvo su prolongación en las aventuras de Sherlock Holmes, escritas por Arthur Conan Doyle, y por las novelas enigma o whodunitde Agatha Christie.



Pero fue en la década de los 20, con el crack bursátil y el inicio de la Gran Depresión, que Dashiell Hammett y otros autores menos ilustres "sacaron el género del jarrón veneciano y lo sacaron a la calle", en afortunada expresión de Raymond Chandler. Fue Hammett, autor de novelas tan celebradas como Cosecha roja o La llave de cristal, y admirado por André Malraux, André Gide o nuestro Luis Cernuda, quien dio categoría a un género hasta entonces considerado exclusivamente popular.



También se habló, y mucho, de la ciudad de Alicante, a la que Sánchez Soler ha dedicado una trilogía de ensayos muy personales, casi una visión lírica de la urbe sentida desde el alma, conformada por Alacant BluesAlacant a sarpades (este último, escrito en valenciano) y el reciente Alacant Suite.



Para conocer más acerca del género, así como de la obra de Sánchez Soler, se recomienda la visita del espacio que le dedica la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Libros para deleitar el alma

Hoy, en la columna de Abandonad toda esperanza, hablamos de la bibliofilia, y de esos libros para disfrutar ojeándolos y hojeándolos...

Podéis leerla aquí:

Bibliofilia

JUEVES 8 DE FEBRERO DE 2007

De Hideshi Hino a Satoshi Kon

Ya hablamos, con motivo del lanzamiento de su primer número, deAniMangaWeb Magazine, publicación impresa surgida a partir de la web AniMangaWeb. Y en aquella ocasión nos preguntamos si se atreverían con autores y obras más originales y adultos que losNaruto y Bleach de siempre, como Hideshi Hino o Suehiro Maruo.



Pues han cumplido lo prometido, y su segunda entrega cuenta con una entrevista con Hino, el autor de El niño gusano o Panorama infernal, por citar sólo dos de las muchas obras que ha editado La Cúpula recientemente.



También encontramos entrevistas con Monkey Punch, el autor deLupin III, o con la autora de la exitosa Alice: Escuela de magia... Si bien el grueso de la revista se lo lleva Satoshi Kon, mangaka y director de anime, cuya reciente Paprika pudimos ver en Sitges. A este último largometraje, y a su anterior Millennium Princess, se le dedican también unas notas.



Habrá pues que seguir con mucha atención la evolución de esta publicación, imprescindible para los fans fatales del manga y el anime...

Cine 100% negro

Hace ahora casi un año que fallecía Gordon Parks, fotógrafo y director de cine, y considerado por muchos como el padre del cine afroamericano.



Este peculiar subgénero, que ahora parecería estar representado por el cine de Spike Lee y por las comedias (las más estúpidas) de Eddie Murphy o los hermanos Wayans, conformó en los años 70 lo que se vino a llamar blaxploitation films, o películas de explotación comercial hechas por y para negros.

Este subgénero se caracterizó por llevar elementos como la violencia o el sexo (sobre todo, el interracial) al paroxismo; y contó con un star system propio, formado por nombres como Richard Roundtree, Fred Williamson, Jim Brown, Pam Grier o Antonio Fargas, y con directores como Ossie Davis, Melvin Van Peebles, o el propio Parks y su hijo, Gordon Parks Jr.



Uno de los films inaugurales de esta corriente (los otros dos fueronCottom comes to Harlem de Davis y Watermelon Man de Van Peebles), y su mayor éxito sin duda alguna, fue Shaft, rebautizada para su estreno en España como Las noches rojas de Harlem. En ella, Gordon Parks adaptaba una novela de Ernest Tidyman, donde se nos presentaba al detective John Shaft, una mezcla de Sam Spade y Harry el Sucio que el citado Rountree encarnó en varias ocasiones.

En el film, Shaft se ve inmerso en una guerra entre la mafia y el capo de la población negra de Harlem, a partir del secuestro de la hija de este último.



Del film habría que destacar el ritmo que sabe imprimir Parks a su narración, así como la química entre Shaft y el detective de policía Androzzi (interpretado por un estupendo Charles Cioffi) y, sobre todo, la célebre banda sonora compuesta por Isaac Hayes, que le valió un Oscar de la Academia.



La película tuvo continuación en dos secuelas, Shaft’s Big Score! yShaft en África, así como una serie televisiva y un remake en el año 2000, todas ellas con Roundtree interpretando su papel de Shaft... si bien en la nueva versión se limitó a ser una presencia secundaria, siendo el protagonista un sobrio Samuel L. Jackson en la piel de su sobrino, el nuevo John Shaft. La cinta, que contó con un villano de excepción, Christian Bale, fue dirigida por John Singleton, que aun siendo fiel al estilo de la original, cargó más las tintas en conseguir un buen thriller policial y un éxito comercial que no en denunciar una injusticia social (algo que dejó para su deslumbrante debut: Los chicos del barrio).



Y es que, inevitablemente, la blaxploitation es ya cosa del pasado, y solo tiene sentido cuando algún ferviente admirador la homenajea de forma más o menos explícita. Es el caso de Quentin Tarantino y suJackie Brown de 1997, o la más desconocida Original Gangstas, realizada apenas un año antes por Larry Cohen, y donde el firmante de la saga ¡Estoy vivo! consiguió reunir a la plana mayor del género en una cinta rabiosamente entretenida y con encanto por arrobas.

La sobriedad noir del género superheroico

Como en el ámbito del cine o el de los deportes, en el noveno arte aquellas firmas que llaman la atención en ligas de segunda (desde un punto de vista económico, que no artístico) son pronto reclutadas por las grandes compañías para mejorar su producto.



En los últimos años, Marvel y DC Comics se han hecho (la mayoría de veces intermitentemente, en algunas ocasiones en exclusiva desde el principio) con autores granados en los límites del cómic independiente o en pequeñas compañías; y muchos de ellos han mostrado una clara tendencia a acercarse al género negro o a moverse directamente dentro de sus fronteras. Los casos más populares son Brian Michael Bendis (TorsoGoldfish), Ed Brubaker (LowlifeThe Fall) o los novelistas Greg Rucka (WhiteoutFelon) y Brian Meltzer.



Precisamente este mes, en España, arranca la nueva etapa deDaredevil escrita por Ed Brubaker y dibujada por Michael Lark (también autor total de una adaptación de La hermana pequeña de Raymond Chandler), tras el abandono de Bendis y Alex Maleev. Brubaker, en este arco argumental, coloca a su protagonista, Matthew Murdock, en la prisión de Ryker... Un escenario negrísimo, como demuestran novelas carcelarias como Por el pasado llorarás de Chester Himes o la española Celda 211 de Francisco Pérez Gandul, por citar tan solo dos.



Y en DC, Planeta publica la segunda entrega de la nueva Manhunter, con guión de Marc Andreyko (colaborador de Bendis en Torso) y dibujos del español Jesús Saiz. Esta Manhunter entronca en la línea más adulta y oscura del Universo DC, con reminiscencias noir, como tuvieron la añorada The Question de O’Neill y Cowan o algunas de las mejores series y etapas de Batman.

En cuanto al apartado de ilustración, hay que destacar que se ha producido una corriente formada por autores que ejercen de espléndidos narradores en viñetas, pero cuyo trabajo no es nada espectacular, estando muy alejados de la estética de los años 90 que marcaron Todd McFarlane, Jim Lee y el inefable Rob Liefeld. La labor de autores como los citados Lark y Maleev, y a los que habría que añadir a Sean Philips o Steve Epting, es un estilo que en años pretéritos, y salvo casos muy aislados (pienso en el genial David Mazzucchelli de Batman: Año Uno), era poco menos que invisible.



Congratulémonos de poder contar con estos autores de probada calidad en el ámbito del cómic mainstream: sin duda ayudarán a la dignificación de un género no siempre tratado con el respeto que merece.

[Imágenes: Torso; Batman: Año Uno.]

MIÉRCOLES 7 DE FEBRERO DE 2007

Febrero: Novedades Glénat

Al ya considerable listado de novedades de Glénat para este mes (que podéis ver, cortesía de Tirafrutas, aquí), se suma una más... y de lo más prometedora:

- Muchacho (tomo 1)
Emmanuel Lepage
72 pp. (color) - 15 €



El argumento de la misma, según la información que facilita la editorial, es el siguiente: La Nicaragua de Somoza sirve de trasfondo a la peripecia vital de un joven seminarista que acude a un pueblo perdido del interior para pintar un fresco de la Pasión de Cristo en la iglesia. Allí descubrirá que hay modos muy distintos de entender las escrituras, que en la pobreza no es fácil elegir bandos y que el deseo y el arte tiene una conexión espiritual.

Una historia que Lepage divide en dos entregas, y que ha recibido el aplauso de la crítica especializada en Francia.

Bobby: gran fresco americano

La acción de Bobby transcurre durante las horas previas al atentado contra la vida de Robert F. Kennedy poco antes de la madrugada del 6 de junio de 1968 en el Hotel Ambassador de Los Ángeles. Pero que nadie se llame a engaño: más cerca de los grandes frescos norteamericanos de Robert Altman (como NashvilleHealth o Vidas cruzadas) que del cine político de Oliver Stone (que dedicó a la investigación del asesinato de John F. Kennedy su vibrante JFK), la atención de Bobby se centra en un grupo de personas que se encontraban en el hotel en aquel momento, tanto trabajadores y clientes del mismo como miembros de la campaña por la presidencia del pequeño de los Kennedy.



Siguiendo las directrices de Altman, Bobby cuenta con un elenco de actores apabullante: la nómina del film cuenta con William H. Macy, Christian Slater, Anthony Hopkins, Heather Graham, Laurence Fishburne, Martin Sheen, Helen Hunt, Sharon Stone, Demi Moore, Harry Belafonte, Lindsay Lohan, Elijah Wood, Joshua Jackson... así como algunas jóvenes promesas, como Asthon Kutcher (El efecto mariposa), Freddy Rodríguez (Grindhouse), Shia Labeouf (Constantine) o Mary Elizabeth Winstead (Sky High).



Lo mejor y lo peor de una cinta como Bobby viene a ser lo mismo: su corrección. El actor y realizador Emilio Estévez (que se reserva también uno de los muchos papeles de la película, el de marido de la cantante encarnada por Demi Moore) cumple con su cometido, ofreciendo una película entretenida, de ritmo adecuado a lo que está contando (del más pausado que reina durante casi todo el film, al más atropellado de su desenlace, a partir del atentado contra la vida del senador), y con un guión obra del propio Estévez que entremezcla adecuadamente las vidas cruzadas de sus protagonistas.



Pero al film le falta garra, y pese a su duración considerable (dos horas), el espectador tiene la sensación de que no profundiza en personajes que podrían haber dado mucho más de sí (como el engreído personaje interpretado por Christian Slater o el obcecado marido al que encarna el propio Estévez), y sólo en algunas ocasiones el buen oficio del actor (pienso particularmente en el cocinero que interpreta Fishburne o la pareja de veteranos Hopkins-Belafonte) logran dar a sus personajes suficiente carisma con apenas unas pinceladas.



Eso sí: Bobby demuestra la fascinación que debe sentir Estévez por la historia reciente de su país, tras dirigir para televisión y protagonizar Rated X (aquí estrenada en formato doméstico como Un negocio muy peligroso), y donde su hermano Charlie Sheen y él interpretaban a los hermanos Mitchell, artífices de trágico final deTras la puerta verde, clásico por antonomasia (junto a Garganta profunda) del cine pornográfico.



Ahora, con Bobby, escrita y dirigida por él, Estévez fija su atención en la Historia menos oculta y más reconocida de un país que, en palabras del propio Robert Kennedy, debía ser más generoso, y que no siempre cumplió con tal propósito. Igual de poco generosa se ha mostrado la Academia, que no se acordó de Bobby a la hora de las nominaciones a los Oscar, aun siendo una cinta que estaba concebida claramente para estar presente en las candidaturas.

The Authority (2): Manteniendo el tipo

Si hace unos días hablábamos (y muy bien, por cierto) del The Authority escrito y dibujado por sus creadores, Warren Ellis y Bryan Hitch, ahora le toca el turno a la etapa de Mark Millar y Frank Quitely, si bien estos contaron con el apoyo del guionista Tom Peyer (en el arco argumental "Transferencia de poderes") y de ilustradores como Chris Weston, Gary Erskine o el más curtido Arthur Adams.



La primera historia de este segundo volumen, "Natividad", presenta a un The Authority con nuevo líder, Jack Hawksmoor, tras la muertede Jenny Sparks al final del siglo XX (y del anterior volumen). Esta nueva encarnación del grupo ha llevado más allá la idea de una moral superior, y ya no se limita a defender el planeta, sino que obra de forma más activa, tomando la iniciativa y luchando por la paz y el desarme global.

Es en este arco que Millar se permite la creación de una serie de enemigos que homenajean-parodian a diversos personajes de Marvel Comics, con especial protagonismo para su particular versión de Los Vengadores (que es digna de verse y disfrutarse).



En el siguiente arco argumental, "El Infierno en la Tierra", el enemigo de Authority parece ser el propio planeta Tierra... aunque las cosas no siempre son lo que parecen.

Finalmente, "Un mundo feliz" y "Transferencia de poderes", tramas que se cruzan por el retraso de Millar y Quitely a la hora de cerrar la primera historia, entrando en acción Peyer al guión y Adams a los lápices, muestran una versión alternativa del grupo anteriormente liderado por Jenny Sparks, así como la aparente muerte de Midnighter, uno de sus miembros más populares (por así decirlo).



En nuestra opinión, The Authority siempre será el grupo de Warren Ellis y Bryan Hitch. Todos los logros de la colección ya estaban en el primer volumen, si bien hay que reconocer que Millar y Quitely consiguieron lo que parecía imposible: mantener el tipo. E incluso, en opinión de algunos, superarlo. Y aunque no nos contemos entre ellos, hay que reconocer que para gustos los colores, y que muy bien podrían llevar razón.


Título: The Authority (volumen 2)
Autor: Mark Millar et alii (guión) / Frank Quitely et alii (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: diciembre de 2006
376 páginas (color) - 26 €

MARTES 6 DE FEBRERO DE 2007

Marzo: Novedades Norma

Norma Editorial tira la casa por la ventana en el mes de marzo, con una lista enorme de novedades que estarán a la venta el 23 de este mes de febrero.

La novedad estrella es 300: El libro de la película, publicación que se une al estreno de la cinta de Zack Snyder según el cómic de Frank Miller, y que pondrá de moda la épica en la gran pantalla.



Personalmente, destacaría la publicación de Ocean, escrita por el siempre fascinante Warren Ellis (The AuthorityPlanetary) y dibujada por Chris Sprouse (Tom Strong), así como la publicación de dos obras de Ed Brubaker: el primer número de The Authority: Revolution y el segundo de Sleeper. Pero quizá el cómic norteamericano más destacado sea el arranque de la recuperación de la Promethea de Alan Moore, como ya hizo Norma con la citada Tom Strong hace unas semanas.



En cuanto a la historieta francesa, hay que señalar la aparición de un nuevo álbum del autor de El archivo corso, René Pétillon: El caso de la top model, así como la tercera entrega del imprescindible El Cuervo de Lax.



Para conocer de primera mano todas las novedades, incluyendo las de Aleta y las reediciones, nada mejor que ver el documento PDF de la editorial:

Norma Editorial: Novedades Marzo 2007

Ciencia ficción de saldo

¿Qué sentido tiene una película como Aeon Flux? Más allá de mostrar a la curvilínea Charlize Theron como mujer de acción, no se me ocurre ninguna.



Porque las ideas interesantes del film se reducen a una, que remite al tema de la clonación; pero esto es algo que no se descubre hasta bien avanzada la película, y que una vez se pone sobre el tapete, se olvida a los cinco minutos.

Como muchos ya sabrán, Aeon Flux nació con la peculiaridad de ser una serie de animación de escaso argumento para promocionar el canal MTV que emitía sus brevísimos episodios, ambientados en un futuro distópico al estilo de 1984 de Orwell o Un mundo feliz de Huxley. 



Vista esta adaptación al cine, da pena comprobar cómo la (peor) industria hollywoodiense fagocita a todo director que llama la atención con un trabajo personal: este es el caso de Karyn Kusama, que debutó con Girlfight (casi un precedente de la célebre Million Dollar Baby de Clint Eastwood), cinta que sin ser nada del otro mundo tenía cierto empaque y ofrecía un encomiable trabajo de la actriz Michelle Rodríguez.



Así pues, este segundo largo de Kusama es una cinta plenamente olvidable, y sólo apta para fanáticos de la actriz y modelo sudafricana. Si quieren ver una buena interpretación de la misma, mejor hagan por ver Monster (que le valió un Oscar), la reivindicablePactar con el diablo (junto a Keanu Reeves y Al Pacino), o inclusoCelebrity, de Woody Allen, donde parodió sangrantemente su imagen de top model.

Por el Capitán América no pasan los años

Aunque el Capitán América no se ha contado nunca entre mis personajes favoritos de Marvel Comics (siempre he tenido más predilección por otros solitarios como Spiderman o Daredevil), hay que reconocer que la actual colección que edita en España Panini es una de las más interesantes de entre las publicaciones mensuales de la compañía. Y todo gracias a Ed Brubaker.



Ed Brubaker llamó mi atención por vez primera, creo recordar, enGotham Central, la serie de la franquicia de Batman que, contra todo pronóstico, estaba más cerca del género policiaco que del superheroico: una Canción triste de Hill Street en viñetas, donde Brubaker compartía autoría con Greg Rucka, y donde se mostraba el trabajo de los policías de Gotham a la sombra del Hombre Murciélago.



Posteriormente recuperé dos trabajos tan interesantes como el independiente Lowlife, también dibujado por el propio Brubaker, y La escena del crimen, perteneciente al sello Vertigo y que se reveló como una narración de género negro al más puro estilo de Raymond Chandler. Despues me rendí irremediablemente a su talento en Point blank y la magistral Sleeper.



En este Capitán América, Brubaker ha sabido aunar el género superheroico con el bélico y el thriller, navegando entre el pasado y el presente del personaje, rescatando a personajes míticos del universo de Steve Rogers, como el fallecido Bucky Barnes o Sam Wilson, alias el Halcón, y construyendo tramas de largo alcance que mantienen en vilo al lector.

El pasado mes de enero, en Capitán América n.º 15, se publicaba el especial 65 Aniversario del personaje, cuya trama se ambienta en los años de la II Guerra Mundial, y donde aparecen los inevitables Bucky y Cráneo Rojo, así como Nick Furia y sus Comandos Aulladores.



Lo que hace tan especial este número es el trabajo gráfico de los españoles Javier Pulido y Marcos Martín, coloreados por Javier Rodríguez, que influenciados por una retahíla de autores clásicos, del fundacional Jack Kirby a David Mazzuchelli, recuperan el sabor añejo de los tebeos de los años 50 y 60, vistos ahora con ese cierto regusto pop que da la distancia temporal. ¿El resultado? Una lectura muy amena, donde Brubaker cumple con su cometido (como siempre), y que se disfruta sobre todo por el trabajo de nuestros paisanos ilustradores.

LUNES 5 DE FEBRERO DE 2007

Los hijos de Anansi: los mitos modernos de Neil Gaiman

Neil Gaiman es, sencillamente, uno de los nombres clave del cómic norteamericano de los años 90. Y todo gracias a The Sandman, una de las primeras series de Vertigo, el sello adulto de DC Comics, y que siguiendo la estela del Hellblazer escrito por Jamie Delano dio carta de nobleza al género de terror en el noveno arte, actualizándolo y librándose de tópicos y vicios que se iban arrastrando desde los tebeos de EC Comics de los años 50.



No conforme con eso, el guionista inglés ha desarrollado una carrera como autor de narrativa, desde que sorprendiera gratamente con los relatos recopilados en Humo y espejos. Ahora, tras la decepcionanteNeverwhere (demasiado deudora de su origen televisivo), la premiada American Gods y Coraline (este último, libro infantil con ilustraciones de su habitual colaborador Dave McKean), publica Los hijos de Anansi, que aquí edita Rocaeditorial.

La trama de este nuevo libro arranca con la muerte del padre de Gordo Charlie, el protagonista de la historia; a partir de ahí, Charlie descubrirá que tiene un hermano, apodado Araña... y que su padre no era sólo el payaso borracho que parecía ser.



En Los hijos de Anansi, Gaiman rescata personajes de la narración tradicional africana, de carácter oral, y los instala con naturalidad en el Reino Unido actual. No obstante, y pese a moverse siempre en el género fantástico, lo mejor de Los hijos de Anansi radica en su retrato de los aspectos más convencionales del protagonista y el mundo que le rodea, como su prometida Rosie o la agente de Policía Daisy.

Esta novela, que ha recibido también numerosos premios, y aun estando lejos de la calidad de su obra en el ámbito del noveno arte, nos hace guardar esperanzas acerca de su futuro como novelista. Pese a ello, todavía arrastra esa molesta sensación de deberse demasiado al arte pictórico, y sus párrafos buscan en todo momento generar imágenes demasiado arquetípicas, por más que su trama se mueva en el terreno de lo fantastique.



Con todo, Gaiman aprende el oficio rápido, y se confirma como un narrador clásico: su forma de escribir, para entendernos, está más cerca de Charles Dickens o Robert Louis Stevenson que de Stephen King o Clive Barker, y en muchas ocasiones es como si el propio autor pensase que las frases que escribe toman forma por primera vez. Esto, que a veces puede ser molesto, es maravilloso cuando el lector llega a plantearse en alguna ocasión si no será cierto que esa frase absolutamente brillante es la primera vez que se escribe en toda la historia de la Literatura. 

Por todo ello, Los hijos de Anansi, ficción construida sobre la idea de la dualidad, cumple lo prometido. Pero también señala que la fórmula de Gaiman podría agotarse con celeridad, de no empezar pronto a aportar algo nuevo a su particular cosmogonía de mitos modernos.


Los hijos de Anansi
Neil Gaiman
Barcelona, Roca Editorial, 2006
384 pp. - 19 €

Pascin y La java bleue: la vida de bohemia

En alguna ocasión hemos hablado de lo poco que se prodigan eso que hemos venido a llamar biocomics, los cómics biográficos, frente a las numerosas biopics o películas biográficas que se ruedan cada año en todo el mundo. No obstante, a ejemplos recientes como Voodoo Child(dedicado a Jimi Hendrix) de Bill Sienkiewicz o King (Martin Luther King) de Ho Che Anderson, se suma ahora Pascin de Joann Sfar, editada aquí por Ponent Mon.



Jules Pascin, alias artístico de Julius Mordecai Pinkas, fue un pintor de origen búlgaro pero nacionalizado estadounidense que vivió muchos años en París, ciudad en la que se quitó la vida con cuarenta y cinco años. Antes de su suicidio le dio tiempo a vivir en todo su esplendor la época bohemia del Montparnasse de principios del siglo XX, un momento y lugar que podemos conocer como si fuese de primera mano gracias a Los amantes de Montparnasse, la película de Jacques Becker sobre el pintor Modigliani.

Como Becker, Sfar sabe que no hace falta subrayar el ambiente donde se mueve su antihéroe romántico porque de todas maneras aquel acaba emergiendo: tal es la fuerza del entorno histórico y artístico, marcado por el fervor creativo que desembocaría en la eclosión de las vanguardias en los años 20 y 30.



Por las páginas de Pascin aparecen también Marc Chagal y Oskar Kokoschka, y por más que su autor advierte de que la suya no es una biografía al uso del pintor bohemio, su advertencia suena a excusatio non petita, accusatio manifesta; no dudamos en que su retrato del artista bisexual que creció entre prostitutas y que repartió su goce privado entre su esposa Hermine David y su amiga y amante Lucy Krogh debe parecerse bastante al Pascin real.

Tal como lo muestra el autor de Gran Vampir, Pascin fue un artista que pintaba de forma totalmente natural, sin sublimar su arte, y que mientras retrataba a una bella mujer desnuda que dormitaba en su cama, pensaba sobre todo si en aquel hotel prepararían huevos para el desayuno. Su objetivo al pintar era hacer mundano lo desconocido,desublimarlo; por ello afirma que pintar es como masturbarse, y que cuando dibuja a una mujer ya no necesita hacerle el amor. Era un pintor que necesitaba de su arte, simplemente, para expresarse y darse a conocer al mundo que le rodeaba.



La obra, publicada como serial en la revista Lapin entre 1997 y 2002, está confeccionada mediante diversas técnicas, del lápiz a la tinta, presentes hasta en la numeración de las páginas, conformando una obra libre y genial. Como un servidor afirmó en una ocasión, el descubrir al reputadísimo Sfar en París-Londres fue una ligera decepción; ahora, tras leer Pascin, uno comprende y se justifica el prestigio de su creador.



Si Pascin es una novela gráfica más convencional en cuanto más narrativa, Pascin: La java bleue antepone la obra a la vida, y en sus bellísimas páginas a todo color, los dibujos de Pascin (recreados, claro está, por el propio Sfar) penetran la narración y se comen las viñetas de la vida del artista. Por ello, La java bleue, repleta de acuarelas brillantísimas, es el complemento ideal para entenderPascin... pero carece de todo sentido (más allá del puro goce estético) sin la lectura previa de ésta.

Por ello, inteligentemente, Ponent Mon ha cuidado todavía más si cabe la edición de La java bleue, haciendo de la misma obra una pieza artística, un cómic de lujo ideal para el disfrute estético; es pues una de esas obras que nos hacen pensar todavía más si cabe que, en estos años de tecnología digital y tráfico de información en la red global, la edición en papel todavía tiene sentido.



Háganse, pues, con ambas: con Pascin, para conocer al atrayente personaje; y con La java bleue, para deleitarse con su arte... y con el de Sfar.


Título: Pascin
Autor: Joann Sfar (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: julio de 2006
192 páginas (b/n) - 18 €


Título: Pascin: La java bleue
Autor: Joann Sfar (guión y dibujo)
Editorial: Ponent Mon
Fecha de edición: noviembre de 2006
80 páginas (color) - 23 €

Dreamgirls: Operación Triunfo

Dreamgirls, dirigida por Bill Condon, es una película convencional de principio a fin. Lo que no es necesariamente negativo, siempre que no se le pidan peras al olmo y el espectador sepa lo que va a ver: unbiopic (en esta ocasión, de ficción) acerca del surgimiento, auge y caída (no siempre en ese orden) de una estrella de la música.



A algunos les ha sorprendido que Bill Condon, después de la líricaDioses y monstruos, haya filmado Dreamgirls. No se sorprenderían tanto si recordaran que antes del biopic de James Whale filmó nada más y nada menos que Candyman 2, olvidable secuela (tanto que no nos extraña que nadie se acuerde) de la película de Bernard Rose basada en el relato "Lo prohibido" de Clive Barker. Fue Barker precisamente quien produjo Dioses y monstruos; no resulta extraño que productor y realizador, ambos miembros confesos de la comunidad gay de Hollywood, dedicasen un film al igualmente homosexual Whale, autor de dos clásicos del cine de terror comoFrankenstein y La novia de Frankenstein.



Ahora, con Dreamgirls, es obvio que Condon pretende entrar en primera división: la del éxito en taquilla y las nominaciones a los Oscars (que al final no han sido tantas como esperaban). Para ello, construye un film a mayor gloria de sus estrellas y de la recreación de una época y un estilo musical, como hicieron en su día cintas como¡Gran bola de fuego! (Jerry Lee Lewis), La Bamba (Ritchie Valens),Backbeat (The Beatles), Ray (Ray Charles) o, el año pasado, En la cuerda floja (Johnny Cash).



Porque el hecho de que las Dreams que protagonizan la cinta están inspiradas en The Supremes, y que Deena Jones (encarnada por la también cantante Beyoncé Knowles) es Diana Ross, es algo ya sabido por todos. A lo largo del metraje no es difícil ver a émulos ficticios de los Jackson Five, y el Jimmy Early que interpreta Eddie Murphy parece un remedo de diversos cantantes, quizá con Little Richard -al que se refieren explícitamente en un momento del film- como principal inspiración.



Lo más interesante de Dreamgirls es, sin duda, que estamos ante un auténtico musical, donde los personajes dejan de hablar y empiezan a cantar con naturalidad... Si bien es un musical algo tímido, pues lo hacen en muy contadas ocasiones (el resto de las -numerosísimas- canciones están integradas en la trama como tales). Otro aspecto destacable del film es la recreación del paso del soul de los años 60 a la música disco de los 70, perfectamente captado en la evolución del personaje interpretado por Beyoncé. Es más, en un momento dado, cuando se anuncia el salto al cine de Deena Jones, esta pasa a ser una curiosa mezcla de Diana Ross y Pam Grier, la musa de lablaxploitation (y de Quentin Tarantino), encarnada en la piel de la ex cantante de Destiny's Child.



Aparte de esto habría que destacar, claro está, las canciones, así como el hecho de que -por una vez- los mejores actores son aquellos de los que la Academia se ha acordado en sus nominaciones: el descubrimiento de Jennifer Hudson, surgida del Operación Triunfoyanqui, y que contra todo pronóstico sabe actuar; y la recuperación de un Eddie Murphy cargado de esa extraña mezcla de patetismo y dignidad que tan bien viene a la hora de construir un personaje memorable. Ambos, junto al veterano Danny Glover, son los mejores de la función. El siempre estupendo Jamie Foxx, en esta ocasión, parece tomarse su papel protagonista con algo de desgana. Debe ser porque después del Oscar que ganó con su recreación de Ray Charles, esta Dreamgirls debía de saberle razonablemente a poco.

DOMINGO 4 DE FEBRERO DE 2007

Un domingo con Will Eisner

Ayer sábado Babelia, suplemento cultural del diario El País, dedicaba varias de sus páginas al mundo del cómic, con artículos de Álvaro Pons y Antoni Guiral y una serie de enlaces recopilados por J. M. Sarriegui.

En dichos artículos, que tratan diversos aspectos del concepto de novela gráfica, se sitúa el nacimiento del género a partir de la publicación en 1978 de Contrato con Dios de Will Eisner.



Dichos textos pueden leerse online en la web del periódico:

Babelia: "La literatura se rinde al cómic"



Más allá de que a alguien pueda parecerle discutible esta datación, a nadie se le escapa la importancia de la obra de Will Eisner. Precisamente hoy, gracias a Entrecomics.com, nos enteramos de que se está ultimando un documental sobre el genial autor. Visitando la web de Montilla Pictures encontraréis más información al respecto, así como acceso al trailer del mismo.



Y de paso, nos permitimos aprovechar la tesitura para recomendar uno de los libros teóricos sobre el noveno arte más apasionantes que hemos tenido la oportunidad de leer: Eisner / Miller, libro de entrevistas entre el creador de The Spirit y Frank Miller, que publicóNorma Editorial en enero del año pasado. Créanme, una lectura estupenda para un domingo nublado como este.

[Ilustración: "Will Eisner (1917-2005)" (c) willeisner.tripod.com.]

SÁBADO 3 DE FEBRERO DE 2007

Mi vida es mi vida

No es tan sólo el título español de Five easy pieces, la emblemática película que en 1970 dirigió Bob Rafelson y protagonizó Jack Nicholson, sino también aquello que parece querer gritar Harold Crick, el protagonista de Más extraño que la ficción, cuando descubre que hay una voz en off femenina que va narrando literariamente aquello que le va sucediendo en su devenir diario.



Con esta cinta, el cineasta Marc Forster demuestra que lo suyo tras la cámara es el ser camaleónico: empezó a llamar la atención conMonster’s ball, todavía hoy su mejor película, una cinta potentísima al estilo del mejor cine negro que podría haber dirigido el Carl Franklin de Un paso en falso; después se suavizó, aunque manteniendo el tipo, con Descubriendo Nunca Jamás, sobre el autor de Peter Pan James M. Barrie, en un biopic semifantasioso a medio camino entre Tim Burton y Terry Gilliam; y el año pasado nos defraudó profundamente con Tránsito, cinta que pretendía emular el estado paranoico del cine de David Lynch, sin alcanzar ni mucho menos la entidad de la obra de este.



Ahora, con Más extraño que la ficción, Forster parece pretender emular, gracias al sugerente guión de Zach Helm, el cine de Spike Jonze: cualquiera que haya disfrutado de Cómo ser John Malkovich o, sobre todo, de Adaptation (El ladrón de orquídeas), se hará una idea muy aproximada de qué va a encontrar en este nuevo trabajo de Forster: una historia metalingüística y autorreferencial sobre la tenue frontera que separa la ficción de la realidad.



Will Ferrell, cómico de trazo grueso que se ha tomado Más extraño que la ficción con la misma intención que Jim Carrey hiciera El show de Truman y ¡Olvídate de mí! (dos cintas que también presentan muchos puntos en común con esta): sosegar sus tics para que el público empiece a considerarlo un actor serio. Y dado su estupendo trabajo, es muy posible que empiece a conseguirlo: su retrato de Harold Crick, empleado de la agencia tributaria que descubre que es un personaje de ficción de una reputada escritora, está cargado de matices, y consigue que el espectador siga con interés su peripecia vital (nunca mejor dicho).



El reparto lo completan Maggie Gyllenhaal (que a este paso, trasDonnie Darko o Secretary, va a convertirse en una actriz de culto de probada calidad) y dos secundarios de lujo: Emma Thompson como la escritora que se inventa a Harold, y sobre todo un espléndido Dustin Hoffman como crítico literario, que después de El perfume vuelve a demostrar este año que con apenas unas secuencias se lleva gran parte de la atención del espectador.



Más extraño que la ficción, cuyo retrato del protagonista remite también al cine melancólico y cínico de Alexander Payne (A propósito de Schmidt) o Wes Anderson (Los TenenbaumsLife aquatic), o una de las sorpresas del año pasado (El hombre del tiempo, con Nicolas Cage), se mueve pues con soltura entre la comedia y el drama, corrientes a las que el personaje de Hoffman afirma se reduce toda ficción; si bien en un giro final la escritora que interpreta Thompson decide sacrificar el valor de su arte en beneficio de la vida de Crick: algunos han querido ver en este punto una concesión a la galería por parte de los responsables del film, pero bien es cierto que a esas alturas del film, este ha jugado sus bazas plenamente, y el espectador está del lado del protagonista: cualquiera de las dos opciones funcionaría a la perfección, y hay que reconocer que el final feliz satisface a la platea... y que el talento de esta escritora, cuya obra en busca de la Gran Novela Americana parece remitir a Saul Bellow, Philip Roth o Paul Auster y no a los bestsellers baratos, consigue cerrar su novela con gran literatura... y amor por la vida.

VIERNES 2 DE FEBRERO DE 2007

Un nuevo invitado de Unicómic: Phil Jimenez

A la noticia de que Alan Davis sería uno de los invitados estrella de Unicómic, las Jornadas sobre Cómic de la Universidad de Alicante, se suma ahora la confirmación de que contaremos con el dibujante norteamericano Phil Jimenez.



Aunque también ha trabajado para Marvel en los New X Men de Grant Morrison, Jimenez es conocido sobre todo por su colaboración con DC Comics: para esta compañía ha dibujado a algunos de sus personajes más célebres, como la JLA o los Titanes... Siendo quizás su dibujo enWonder Woman el más recordado.



Dentro del sello Vertigo, donde ha guionizado y dibujado su personalOtherworld, su trabajo más recordado ha sido para Los Invisibles, también de Morrison. Y para Wildstorm ilustró un crossover entreAuthority y Planetary escrito por el guionista de ambas series, Warren Ellis.



Así pues, sus fans, como los de Alan Davis y Enrique J. Corominas (este último autor del cartel), tendrán la oportunidad de charlar con Phil en Alicante, cuando nos visite entre el 29 y el 31 de marzo.

[Enlace recomendado: A world ful-Phil-ed, en Gay League.]

El trailer del viernes: The hills have eyes 2

La versión que de Las colinas tienen ojos de Wes Craven dirigió el francés Alexandre Aja el año pasado, y que superaba con creces al original, nos pareció uno de los mejores estrenos del 2006, y sin duda la mejor película de terror del año. Por ello le dedicamos una columnaen su día.

Por eso esperamos con mucho interés la secuela, The hills have eyes 2, que ahora dirigirá el alemán Martin Weisz, director de la todavía inédita Rohtenburg, y que pudimos ver en Sitges.

Podéis ver el inquietante teaser de Las colinas tienen ojos 2, que se estrenará en primavera de este año en Estados Unidos, aquí:

The hills have eyes 2


Gesta Dei: Una historia de casi todo

Una de las obras más originales de entre las últimas novedades de la edición de cómics en España no es ni siquiera un cómic: la editorial alicantina Edicions de Ponent apuesta por incluir en su ya imprescindible catálogo un libro de ilustraciones de Carlos Nine:Gesta Dei.



Siguiendo la estela, cargada de sentimiento paródico, de ilustresrecopiladores y clasificadores como Jorge Luis Borges o Georges Perec, el artista argentino recopila en las páginas de Gesta Dei una serie de dibujos que engloban a personajes reales y ficticios, semblanzas y acciones, gestos y episodios históricos, desde el mundo del circo a Hollywood, desde Pinochet al monstruo de Frankenstein. De esta forma, conforma una sátira del enciclopedismo, que responde a un sentimiento tan humano como la necesidad de clasificar y ordenar el caos que nos rodea.



En palabras del propio ilustrador, Gesta Dei es "un diccionario personal del lenguaje gráfico, y una herramienta de trabajo", que recopila dibujos hechos a vuelapluma, muchos de ellos sin intención de ser publicados después (aunque acabaran viendo la luz en numerosos periódicos de su país natal y del extranjero).

Así pues, y siguiendo con las declaraciones de Nine, uno de los rasgos de mayor interés de Gesta Dei es que está formado por "dibujos del inconsciente, los que permiten escrutar las tendencias personales".



La obra, de portada doble y que no se priva de bromas dirigidas al lector (incluyendo una particularmente sangrante a los diseñadores gráficos que pudiesen utilizar su trabajo para otros fines), se completa con una interesante entrevista con el autor, cargada de la misma ironía y cinismo que se adivina en las propias ilustraciones que son el grueso de la obra, estos "trabajos de Dios" siempre interesantes y en algunas ocasiones directamente deslumbrantes.

[Enlace recomendado: "Un indio, un pato y Dios", en Radar.]


Título: Gesta Dei
Autor: Carlos Nine (guión y dibujo)
Editorial: Edicions de Ponent
Fecha de edición: enero de 2007
128 páginas (b/n) – 18,50 €

Viñetas de género

Desde hace un tiempo Norma Editorial viene editando tres colecciones especializadas en los géneros de ciencia ficción, terror y negro. A ellas y algunos de sus títulos más destacados dedicamos la columna de Abandonad toda esperanza de hoy.

Podéis leerla pinchando en:

Al rico género

JUEVES 1 DE FEBRERO DE 2007

Cómics por (pero no solo para) mujeres

La editorial madrileña Sins Entido anuncia la aparición de la colección Sin Nosotras, en cuyo catálogo se publicarán únicamente novelas gráficas concebidas por mujeres, artistas nacionales e internacionales emergentes en el ámbito del cómic. Según la editorial, "ahora cuentan ellas, y lo hacen seguras de sí, con las ideas claras y muchas ganas de hacerse oír. Sin flores, sin sedas, sin concesiones: historias complejas narradas con ayuda de las imágenes; libros de peso, con texturas literarias".



Dos de los álbumes ya publicados por la editorial, Puede que esta vezde Sonia Pulido y el magnífico Metralla de Rutu Modan (que ya comentamos), se engloban en esta línea, donde aparecerán tres nuevas obras a lo largo de este año y principios del siguiente:Luchadoras de Peggy Adam (que se publica este mismo mes), Lobasde Rachel Deville y Sueño eterno de Lola Lorente.

Conforme se pongan a la venta iremos reseñándolas en este vuestro blog. Permaneced atentos, porque a priori Sin Nosotras promete bastante.

Dentro del cine... con David Lynch

Los habituales de este vuestro blog sabrán la admiración que profesamos por el cineasta norteamericano David Lynch, artista multifacético e inclasificable que ha filmado obras maestras de la talla de Terciopelo azulCarretera perdidaUna historia verdadera oMulholland Drive (por citar sólo nuestras favoritas).



Ayer se conocía la gran noticia para nosotros de que su último y polémico trabajo, Inland Empire, ya tiene fecha de estreno en nuestro país: será el 23 de febrero, fecha de (lamentable) importancia histórica, cuando llegará a nuestra cartelera.



La cinta, que como Mulholland Drive participa del subgénero del cine dentro del cine, y donde una actriz empieza a confundir su vida real con la de su personaje, está protagonizada por Laura Dern (que ya trabajó con Lynch en Terciopelo azul y Corazón salvaje), Justin Theroux (Mulholland Drive) y un nuevo fichaje lynchiano: el veterano Jeremy Irons.



En el reparto destacan también otros intérpretes que repiten con Lynch, como Harry Dean Stanton, Grace Zabriskie, Diane Ladd (madre de Laura Dern en la vida real y en Corazón salvaje)... y Naomi Watts poniendo la voz a un conejo (sic), y también aparecen actores tan reconocidos como Julia Ormond, William H. Macy, Mary Steenburgen, Nastassja Kinski o un recuperado Michael Paré.



Ahora solo nos queda preguntarnos qué metraje nos traerá la distribuidora Vertigo: ¿el original de 197 minutos? ¿El de 172 minutos? ¿O uno aún más reducido que el propio cineasta de Missoula anunciaba?

The Authority: superhéroes definitivos

Grant Morrison afirma que The Authority es el primer gran cómic de superhéroes del siglo XXI. Y si hay alguien del que podamos fiarnos al respecto, ese es Morrison. Y esto no lo decimos por su conocimiento del medio (que no ponemos en duda), sino por su particular visión de la sociedad del siglo XX y su paso al XXI que ha puesto de manifiesto en sus cómics. Quien haya leído Los Invisibles sabrá de qué hablo.



The Authority, cuyos primeros doce números recogidos en este volumen fueron escritos por Warren Ellis y dibujados por Bryan Hitch, supone la sublimación y puesta al día del género superheroico: los personajes del grupo, que surge de las cenizas de StormWatch, son realmente poderosos, sus facultades especiales tienen pocas limitaciones, y no distinguen entre vida privada y oficio como vigilantes. De esta forma, no veremos a los miembros de Authority enfrentándose a ladrones callejeros, como harían Batman o Daredevil, pues destinan su poder a empresas de más envergadura. Su líder, Jenny Sparks, no necesita ningún alias; Angie Spica afirma que ya no se llama así, sino Engineer; y Apollo y Midnighter no responden a otros nombres comunes.



Los tres arcos argumentales que incluye este primer tomo editado por Norma Editorial son: "El círculo", que presenta al grupo sin caer en los tópicos del arranque de muchas series, y los coloca sin demora en combate contra Kazen Gamorra, un villano megalomaníaco; "Naves transmutadoras", que muestra a Authority enfrentándose a una invasión de un universo alternativo; y "Oscuridad exterior", historia de tintes lovecraftianos donde el equipo de Jenny Sparks se tiene que enfrentar a algo que podría ser... el mismísimo Dios.

Y es que Ellis, como ya hiciera Morrison en su Animal Man, utiliza el género superheroico para mostrar el nacimiento de un nuevo mundo en los albores del segundo milenio, si bien el Apocalipsis de Morrison se circunscribía a la realidad de Buddy Baker, su protagonista, y enThe Authority Ellis se atreve con toda la humanidad.



Lo más interesante de The Authority es mostrar a los superhéroes alejados de todo vestigio humano, aunque los miembros del grupo lo sean: Ellis muestra a sus personajes como dioses que contemplan la Tierra desde lo alto del cielo y velan por su seguridad, basándose enuna moral superior que otorga el hecho de poseer superpoderes. 

A destacar también el personaje de Jenny Sparks, de rabiosa originalidad, siendo definida como el espíritu del siglo XX (de ahí las acertadas consecuencias que experimenta al final de este volumen), y en cuyos afilados diálogos Ellis derrocha talento a raudales. Con primeros planos de Sparks, que parece casi dirigirse directamente al lector en actitud desafiante, acaban muchos de los comic books de esta serie que se ha convertido en el ejemplo más cool del género.



Así pues, The Authority es un paso más allá en ámbito de los tebeos de superhéroes, que ha influido en colecciones posteriores (como The Ultimates de Marvel), rebosando épica en cada página (a veces en cada viñeta), creado por un Warren Ellis menos inquietante pero igual de efectivo que en Planetary (otra serie a la que hay que dar de comer aparte), y con un trabajo gráfico de Bryan Hitch, con entintado de Paul Neary, simplemente espectacular. The Authority es, gracias a su trabajo, un cómic imprescindible para los amantes del tebeo de superhéroes... siempre que estén abiertos a nuevas experiencias y no se hayan quedado en la nostalgia de la Golden Age.


Título: The Authority (Volumen 1)
Autores: Warren Ellis (guión) / Bryan Hitch (dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: noviembre de 2006 [2.ª edición]
296 páginas (color) - 26 €
StatCounter - Free Web Tracker and Counter 
Estadísticas
 


This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Subscribe to Posts [Atom]